La artista Danesa Nadia Plesner hace poco se encontró de cara con el poderoso mundo de la moda. Más exactamente, se encontró con el poderoso conglomerado de marcas de lujo LVHM.
¿Como? En un intento por llamar la atención del mundo hacia el hambre y la violencia sufrida por millones en la región africana de Darfur (región que se encuentra en una cruenta guerra desde el 2003) produjo un diseño –disponible en poleras, afiches y en su página web -con la imagen de un niño famélico cargando un chihuaha y un bolso de diseñador muy parecido a un Monogram multicolore de LV.
Lo que la motivó a hacer éste diseño (que además se vende a beneficio de los refugiados de Darfur), es el escandaloso desenfoque noticioso que vivimos en el mundo de hoy, en el mundo en que la información es banalizada por su novedad, y donde las noticias son reemplazadas por la media-basura. Un mundo en que los problemas del hambre, la guerra y la falta de comida solo pueden tener alcance medíatico o cierta notoriedad si es que vestimos a un niño hambriento con un bolso de diseño, y un chihuchua, a ver si alcanzan la fama de una -también hambrienta- starlet hollywoodense.
Pero esta reflexión le está trayendo serios problemas a la artista de 26 años. Hoy, Nadia está siendo demandada por 190 mil euros, más cinco mil cada día que la imagen sigue apareciendo en su sitio web, por la compañia, quien argumentó que ésto les parece ofensivo para la marca y que representa un claro caso de infringimiento de copyright (aun cuando la artista modificó el bolso lo suficiente para que no fuera una copia), porque digámoslo, el bolso es claramente un Louis Vuitton LV Monogram Multicolore.
Sin embargo, Nadia ya ha encontrado quien la respalde. El grupo Anonymous (responsable del hackeo a Mastercard, post- escándalo Wikileaks) ha declarado la guerra en contra de LVMH, guerra que enfrentarán con diversos medios y que ya tiene un nombre: Operation Skankbag (Un juego de palabras intraducible, que incluye “bolso” y “puta”). La operación consta de varios niveles, desde buscar las palabras “Louis Vuitton Whores” (perras de Louis Vuitton) en Google y Youtube, la remosión o destrozo de la publicidad de la compañía, entre otras. Pero sin duda, lo que generará más polémica es la decisión de este grupo de hacer una forma de protesta no- violenta con el fin de desmitificar el lujo asociado de Louis Vuitton (y por lo tanto, desvalorizar a la marca) recolectando bolsos viejos o de imitación de LV y regalándoselos a los indigentes para que los luzcan por las calles del primer mundo.
Y aunque me divierta un poco pensar en éste ultimo ejemplo de performance artística- protesta, la verdad es que esta noticia me entristece. Porque al final de todo, al final de escándalo, el hackeo a sitios y las protestas modernas, nada recibirán los chicos de Darfur. El mundo esta muy ocupado hablando de hackers rebeldes y de marcas de lujo para acordarse de ellos.