En una ex planta de electricidad, ya van más de dos décadas desde que la subcultura de la música techno, primariamente alemana y actualmente también de todo el mundo, decide congregarse para disfrutar y bailar bajo el set de los mejores exponentes de la música electrónica. Hablamos del club nocturno llamado Berghain, cuyas fiestas duran de viernes a lunes, en la más completa oscuridad, libertad y anonimidad, sin parar. El espacio está situado en el punto medio de las fronteras que antes dividían a Berlín en Alemania Oriental y Occidental, y ha sido el punto central para dos libros de fotografía que retratan los rostros y looks de quienes salen de este increíble submundo de música y desenfreno.
Sin espejos en ninguna parte del recinto y con la prohibición absoluta de tomar cualquier tipo de fotografía o registrar videos en los interiores de Berghain, los fotógrafos Vincent Voigrier y Philipp Pusch decidieron esperar a las afueras del oscuro y famoso lugar, para inmortalizar los efectos de llevar 8, 12 y hasta 16 horas bailando, sin máscaras ni barreras en este espacio de cemento y acero. El primero documentó a más de 40 personas en “Creatures of the Night” (Nachtgestalten), junto a su socia Barbara Bernardi, mostrando lo variado y diverso del público que asiste a estas fiestas —casi todos vestidos de negro—, con estilos y looks que muy bien pueden representar a subculturas o tendencias de vestir, y que incluso pueden prescindir de ella para mostrar piel.
Con un par de años de diferencia, Philipp Pusch, publicó el 2014 una serie de fotos en blanco y negro con 16 jóvenes que accedieron a mostrar su rostro y cuerpo, a las afueras del mismo recinto. Un registro que no pudo documentar a los personajes de hasta 50 años que fácilmente pueden ser parte de estas mismas fiestas, y que para ser parte solo se debe pasar por el criterio de los guardias que se encuentran tras las rejas del mismo club, quienes con un “sí” o un “no” deciden quién puede hacerse parte del corazón de la vida nocturna de Berlín. Y es que, a diferencia de lo que muchos piensan, Berghain es un lugar para conectarse con uno mismo, para estar solo y bailar sin parar; un templo de la introspección a través de la música que se transforma en una adicción de estar todos los domingos bailando, sin pensar, y solo disfrutando del mejor techno.
Imágenes Getty Images, Flickr, chasethecompass.com y Tumblr.