No hay caso. Aunque ya no esté como en sus tiempos mozos, donde todos literalmente copiaban cuanto look se ponía, igual sigue siendo un referente obligado a la hora de hablar de estilo personal. Porque mientras todo el mundo hablaba de glamour ella lo modernizaba con un abrigo de piel sobre jeans simples, o le cambiaba la cara a los vestidos con el que decía “Ginsberg is God”. Siempre con la última palabra, y al mando de todas las tendencias.
Aunque apareció en la escena por allá por 1990, Moss no se especializó en difundir su estilo hasta fines de esa década, cuando estaba en su apogeo el romance con Johnny Depp. Aunque eso terminó, hasta se las ingeniaba para verse perfecta cuando estaba embarazada de la pequeña Lila Rose, que seguramente continuará con su legado fashion (sólo basta con ver algunas de las pocas fotos que existen de ella). Y luego de Pete Doherty o con Jamie Hince, Moss vuelve a sorprender en algunos momentos como con el vestido con la pantera de Westwood y los brillos que aplica en algunas tenidas.
Ahora, Kate está abocada a su línea para TopShop, que realmente se luce esta nueva temporada, más que las anteriores. Sólo basta con ver las fotografías de algunas de las prendas, para darse cuenta que su reinado no terminará pronto.