Colaboración desde Londres por Renata Ahumada
Después de cinco días, más de 80 desfiles y muchos, pero muchos showrooms de diseñadores que visitamos en Somerset House, el histórico edificio a la orilla del Támesis que año a año alberga el London Fashion Week, la Semana de la Moda de la capital inglesa colgó sus cortinas para dejar en claro cuáles fueron las propuestas de sus diseñadores para la próxima temporada de otoño-invierno. Entre lo más destacado de los últimos días estuvieron los abrigos y carteras de Burberry, la sobriedad y trabajo en lentejuelas de Tom Ford, el detalle en bordado y construcción de imágenes de Mary Katrantzou, y el color y experimentación de patrones de Peter Pilotto, entre muchos otros, que repasaremos a continuación.
Buberry Prorsum
La esencia de Burberry es el trench coat y este año la marca quiso recordarlo con creatividad al mezclar la forma de su abrigo icónico con telas con estampado de pinturas, cinturones llamativos y abrigos del mismo estilo. El sello fue un look muy natural: ponchos, mantas tipo ecuestre y bufandas estampadas con flores y hojas. La paleta de colores varió entre el verde musgo, beige y los tonos relacionados con temporadas invernales. La textura preferida fue el algodón, piel de oveja, lana cachemira y gabardina.
Erdem
Mucho estilo gloomy en la pasarela de Erdem hizo que recordáramos la era gótica. En esta colección, las telas llamaron la atención por la calidad de sus sedas, encajes, terciopelo y algodón. Los estampados florales lucieron de una manera única y evidencia de ello fueron los detalles como cristales negros y plumas que adornaban las piezas. También destacaron los abrigos con forma de capullo con hendiduras en las mangas que daban movimiento a prendas más estructuradas.
Mary Katrantzou
Una colección inspirada en esa mujer de espíritu libre que tiene una sensibilidad fuerte por el estilo. En resumen, todo se trató de ropa con detalles que parecían hechos por el mejor artesano de joyas, con vestidos originales, que variando en su largo, se impregnaron de estampados digitales originales. Las siluetas lucían perfectas en las distintas formas en que se presentaron. Los colores azul y rojo predominaron en las piezas. También se observaron algunas prendas de color platinado, pero lo importante es que con Katrantzou nunca faltan los detalles novedosos, femeninos, alegres y su sello que delata su origen griego.
Osman
Color, textura y dibujos que recuerdan a la estética de Elsa Schiaparelli fue lo que destacó de la pasarela de Osman Yousefzada. La asimetría de sus vestidos y faldas fueron otros elementos que llamaron la atención.
Paul Smith
Un poco de movimiento dentro de lo clásico, Smith siempre se mueve dentro de esta línea. Esta vez y a diferencia de sus dos últimas colecciones, solo utilizó colores oscuros. La textura de su colección se basó en la suavidad de la seda. Esa que vistió a las modelos con prendas que se confundían con pijamas, pero no cualquiera sino uno delicadamente confeccionado. Así también se observó en pañuelos que acompañaron a los trajes con corte masculino. A pesar de ello, la femineidad también apareció en estampados florales de algunos vestidos. Un look ligero y elegante.
Preen
No por nada Kate Moss, Sienna Miller y Michelle Obama son clientas de esta marca. Encontrando la inspiración en Star Wars, la película demostró su influencia en la colección a través de la música y el estampado de Darth Vader en algunas de sus piezas. Sin embargo, no todo fue oscuro como el film. El naranjo vibrante fue el color elegido para brillar. La captura de lo sofisticado se logró a través de vestidos holgados con vuelos irregulares y capas hechas por la superposición de telas. Por otra parte, una silueta suave se pudo ver a través de las faldas con corte alto en la pierna. A ello también colaboraron los cinturones de broche plástico con correa de poliéster que ceñían la figura de las modelos. Transparencia, cuero, plush y pieles también se observaron.
Simone Rocha
Siendo una de las últimas diseñadoras en presentar su show, Simone Rocha despertó el ojo clínico de los espectadores. No por nada Anna Wintour estuvo en primera fila. La colección realizó una mezcla perfecta entre telas como piel de serpiente, estampado escocés, gasa y terciopelo. Se vieron vestidos de tul con bordados específicos, que delataban el trabajo manual, entregando un aspecto romántico y moderno. Por otra parte, se vio también la influencia de su padre en algunas prendas, pues jugó con el volumen utilizando muchos vuelos.
Tom Ford
Este diseñador definitivamente busca que a través de sus prendas se defina a una mujer segura, con actitud y propósito. Fanático de las pieles, nuevamente hizo uso de ellas. Las prendas variaron entre abrigos de cuello alto, faldas lápiz, vestidos de terciopelo y cortes que llegaban justo por sobre la rodilla. Se vio también el estilo neoyorkino retratado en dos vestidos brillantes que traían estampado un número y la marca, como si fuesen camisetas deportivas. Los colores elegidos para ellos fueron el negro y naranja. Por último, cabe destacar las botas de cuero que nuevamente aparecen en la pasarela y el vestido de terciopelo rojo que destacaba la silueta delgada de la modelo.
Vivianne Westwood, Red Label
Una eminencia en la moda inglesa. La mujer que llevó el estilo punk rock en los años ’70 al diseño de alta costura. De eso también se vio en esta oportunidad: colores rojo y negro se presentaron en el estampado escocés de chaquetas, faldas, pantalones y shorts. Sin duda, una adaptación de lo histórico a lo moderno. Los sombreros negros más el maquillaje de algunos outfits dejaron un recuerdo de La Naranja Mecánica. Por otra parte, se vio sastrería de la antigua en los trajes de dos piezas. Los detalles románticos se lucieron por medio de corazones en el torso de algunos blazer. Definitivamente una oda al glamour en lo vintage con mini faldas, panties con diseño gráfico y chalecos con hombreras.