Antonio Lopez fue quizás el ilustrador más famoso en la era disco-80’s. El glamour de Halston o YSL se acentuaba a través del trabajo de Lopez en revistas como Vogue, pero su técnica no era la única famosa en la época. Por ese entonces, también apareció un nombre importante cuyo estilo dejaba el grafito a la par con la técnica de colores, creando siluetas imponentes de grandes hombreras y culto al cuerpo. Ese artista era George Stavrinos.
La Rhode Island School of Design fue el lugar donde el ilustrador conoció todo lo necesario con respecto al arte y sus formas de plasmarlo, graduándose en 1969. Pronto su trabajo llamó la atención de tiendas como Bergdorf Goodman, que lo mantuvo entre su staff regular donde Stavrinos confeccionó gran parte de la publicidad para revistas. Barneys fue otra tienda interesada en su trabajo, mientras revistas como GQ también lo reclutaron para incluir en sus páginas.
Junto con la publicidad de ropa femenina, Stavrinos creó todo un universo en torno al cuerpo masculino. Los grandes músculos y el estilo de vida de aquellos años era un tema recurrente en su trabajo, que se vio interrumpido por una enfermedad que terminó consumiendo su vida en 1990. Stavrinos se incorporó a una larga lista de artistas e iustradores de la época que sucumbieron ante complicaciones causadas por el VIH, tal como Lopez.
