Puede que hoy la revista Harper’s Bazaar sea ampliamente superada en popularidad por Vogue, o en trabajo de portadas por otras como Purple, Love o Vogue Paris. Sin embargo, hubo una época en la que sus tapas no estaban sino firmadas por nombres famosos de la ilustración; desde Erté hasta Georges Barbier, aunque también por un famoso artista que dejó como legado el más famoso logo de la alta costura. Ese artista es A.M. Cassandre, quien trabajó al servicio de Harper’s Bazaar durante los años ‘30.
Nacido en Ucrania pero criado en París, Adolphe Jean-Marie Mouron o A.M. Cassandre como sería reconocido en el mundo entero, es uno de los precursores del cartelismo actual. Durante los años ’20, luego de pasar por la École des Beaux-Arts y Académie Julian, se dedicó al emergente arte de confeccionar posters y carteles, un área que pronto lideró como uno de los más importantes exponentes. Su sello característico circulaba entre el art decó y el surrealismo, género que aplicó también cuando decidió colaborar con la revista de moda Harper’s Bazaar, donde sus portadas se centraron en la geometría y las líneas más que en la aplicación de detalles relacionados con sus predecesores.
Con la llegada de la II Guerra Mundial, Cassandre dejó de lado su trabajo como diseñador e ilustrador, algo que retomó a su regreso de manera triunfante. El ucraniano fue el creador y ejecutor del logo de la casa Yves Saint Laurent, que tiene las famosas tres letras entrelazadas en un fondo blanco. La creación apareció en 1963, y se ha transformado en el símbolo perfecto para el refinado estilo del fallecido diseñador. Pero la aventura de Cassandre en la moda no llegó hasta ahí; durante los años ’50, otra marca famosa exigió su colaboración, la que dio como resultado una famosa línea de bufandas y pañuelos de seda Hermès x A.M. Cassandre, y varios de sus modelos aun pueden ser encontrados en tiendas como Ebay. Aunque sufrió de depresión y se suicidó en 1968, el legado de Cassandre en las artes gráficas es innegable, y se extendió más allá de sus famosos carteles, que fueron exhibidos en 1936 en el MoMA.
A.M. Cassandre para Hermès en los ’50