Lady Gaga ha construido una exitosa carrera artística desde sus inicios en 2007 y hoy se encuentra consolidada dentro de la escena musical. Pero está claro que su estilo influyó en su fama siendo recordada de manera permanente como la extravagante estrella pop que alguna vez desfiló por la alfombra roja en un traje hecho de carne. A pesar de esto, hoy la cantante, seis veces ganadora de un Grammy y elegida mujer del año en 2015 por la revista Billboard, no sólo ha demostrado una madurez a nivel musical, también lo ha hecho en su estilo.
Corría el 2008 y el nuevo rostro de la música electropop se mostraba como una rubia platinada con anteojos oscuros en trajes ceñidos. Sus videos musicales llenos de dramatismo expresaban lo que con los años se vería en las alfombras rojas, trajes únicos y llenos de arte que alcanzaron uno de sus puntos más brillantes con el video de “Bad Romance”, repleto de piezas de Alexander McQueen, diseñador que hasta hoy ocupa un lugar especial para la cantante.
Hay muchos factores que pueden haber influido en el cambio de estilo de Lady Gaga, que, aunque muchas veces no deja de ser excéntrico, ahora la muestra con elegancia ante los medios. Su colaboración con el cantante de jazz Tony Bennett, su compromiso con el actor Taylor Kinney, su carrera como actriz que le valió un premio a mejor actriz de miniserie con American Horror Story, son sólo algunos. Tal fue el cambio que algunas de las alfombras rojas de los últimos años le han valido un lugar entre los mejores vestidos.
No cabe duda que Lady Gaga se ha convertido en un ícono de la moda y de la cultura de la época contemporánea actual. Su imagen ha dejado momentos que siempre se recordarán en la historia de la moda y que sólo se sumará a la marca que comienza a dejar por su filantropía, su apoyo a la comunidad LGBT y su activismo político que realiza paralelamente a su música.