Marc Jacobs llevó un vestido de encaje transparente en la gala MET 2012, y Andrej Pejic juega con el transgénero en un look que tiene más de femenino que masculino. En un momento donde la sociedad no teme explorar lo andrógino reinventando la manera de hacerlo, J.W. Anderson ha salido coronado como uno de los diseñadores más destacados del año pasado. Tanto así que su nueva colección masculina ha dado mucho que hablar a través de vestidos y ruedos.
El 2012, se convirtió en el Diseñador Emergente de los British Fashion Council Awards y tuvo la oportunidad de colaborar con Topshop en una muy exitosa cápsula de ropa femenina. Pero esta figura inglesa de 28 años, que declara odiar el diseñar vestidos, puede estar en paradoja con sus gustos cuando decidió poner en su última pasarela masculina de Londres, a todos sus modelos llevando desde jumpers hasta faldas con vuelos, en algo que llamó mucho la atención de la industria.
Pero esta no es la primera vez que el diseñador propone siluetas tan cruzadas; el 2011 también le puso largas faldas negras plisadas a sus modelos, y minis sobre pantalones negros. “No creo que el diseño sea algo que puedes enseñar”, ha declarado en otras oportunidades el ahora polémico Anderson, quien viene a refrescar totalmente la escena con una debatible serie de colecciones.