Una de las características más comunes en el universo del pop viene de la mano de la estética. Hoy en día, cantantes de todos los estilos se esfuerzan por marcar el ritmo vistiendo de manera llamativa, impactante o polémica. Sin embargo, a fines de los ‘60 un cantante inglés demostró que ser respetado musicalmente por sus pares, influenciar a varios colegas y además hacerlo vestido de manera extravagante, era posible. Ese cantante es Elton John.
Aunque hoy lo veamos más tradicional, llevando trajes oscuros y cantando temas que rayan en las baladas, los ’70 pertenecieron a Elton John. No solo su extensa y famosa colección de gafas de sol lo convirtieron en el blanco favorito de las revistas, sino también su amistad con David Bowie –quien se vio ampliamente influenciado por John cuando creó Ziggy Stardust-, John Lennon, Rod Stewart o cualquiera que liderara la escena musical más original de aquellos años.
Tommy Nutter fue el sastre responsable de imprimir la locura a los trajes de Elton John. El mismo diseñador de The Beatles le dio según John “el sentido asequible a la elegancia de Saville Row”. Pero Elton también creaba su propio look: plumas y brillos se mezclaban con pantalones campana, y marcas como Versace y Prada se unieron a disfraces donde el cantante iba vestido de ratón o gato, mientras tocaba el piano haciendo piruetas en el escenario. Rufus Wainwright es uno de los cantantes actuales influenciados por John, quien a su vez comenzó toda la extravagancia como un homenaje moderno a Liberace.
