Desde su año de revelación el 2011, Elizabeth Woolridge Grant, mejor conocida como Lana del Rey ha sido siempre una contradicción. Ya sea con sus influencias musicales o su forma de vestir, la cantante es una combinación entre el deslumbrante glamour de Priscilla Presley y la chica casual de California, que tiene un encanto Old Hollywood mezclado con abrigos de pieles o accesorios atrevidos.
Born to Die es el álbum de música alternativa más vendido de esta década por una artista femenina. Su tercer EP, Paradise, le valió una nominación en la categoría Mejor álbum pop vocal en los premios Grammy de 2014. Sus singles Blue Jeans, Video Games, Summertime Sadness, Young & Beautiful, Born to Die y Love son parte de sus canciones más conocidas. Al igual que su música, su estilo es a la vez retro chic con guiños hacia el futuro, con pequeños detalles que dialogan entre lo antiguo y lo nuevo.
Añadiendo un pelo de los años ’60 y un labial claro, más un vestido con cortes antiguos o con una polera blanca y pantalones vaqueros sin maquillaje, Del Rey siempre emana un estilo fresco sin esfuerzo.
En sus atuendos del día a día, la cantante favorece el uso de elementos básicos elevados como los suéteres Ralph Lauren y un par de mocasines, pero cuando se trata de la alfombra roja, acelerará el glamour, optando por un cabello voluminoso y diamantes.
Al igual que sus videos musicales, Del Rey ensambla el riff en el clásico americana y el exceso de hip hop de cadena de oro. Profundamente glamoroso, completamente sincero y apenas un poco pouty; eso es Lana Del Rey.
Fotos: Wmagazine, Pinterest.