La complicidad entre marca y consumidor

La complicidad entre marca y consumidor

Colaborción por José Ilabaca Santibáñez.

¿Estás familiarizado con el término “Marketing”?, ¿con la estrategia de promoción de las compañías? O más importante aún, ¿Sabes cuál es tu papel en dichas estrategias? Ya sea que hablemos de Apple, Nike, Barnes&Nobles o Zara, el marketing juega un papel fundamental en la forma en que se desenvuelve una organización y, aunque no lo creas, tú tienes un rol cada vez más relevante en eso. Entre el aumento de competitividad, la falta de espacio en las repisas de las tiendas de venta al detalle, la globalización y la irrupción de las redes sociales, la necesidad de captar la atención de los consumidores en potencia se ha volcado cada vez más al poder persuasivo que los mismos usuarios pueden provocar.

El marketing, según Philip Kotler, es “[…] el arte de crear valor genuino para el consumidor”. Ahora piensa por un momento en las veces en que viste el vestido de tus sueños en el Twitter de alguna de las fashionistas de moda, la imperdible liquidación de Topshop de la que te enteraste gracias a los comentarios de tus amigos en Facebook, o el magnífico look que llevaba esa chica en la calle que te llevó a visitar la tienda donde lo consiguió. En todos los casos la promoción de la marca estuvo presente así como también nuestra participación, como consumidores, en el proceso de comunicación de valor de las firmas.

Entonces ¿cómo es posible que hayamos promovido determinada marca o producto? Para entender mejor la idea nos sería útil remitirnos a cualquier lugar de venta al detalle ¿Has notado el empaque de los productos? Las compañías se han dado cuenta del poder que tiene un buen empaque para crear un reconocimiento instantáneo en la mente del consumidor. Por ejemplo, en un supermercado común, que trabaja con unos 15.000 artículos, el comprador medio pasa por unos 300 artículos cada minuto, y más del 60% de todas las compras se hacen por impulso. En ese entorno sumamente competitivo, el empaque podría ser la última oportunidad para influir en los compradores. ¿Y qué tenemos que ver nosotros? Sencillo, piensa en alguna de las camisetas de la línea Exchange de Armani, en algún producto de la compañía fundada por Steve Jobs o incluso en la bolsa que te entregaron después de realizar tu compra tras la llegada de H&M a Chile. En todos estos casos, el producto transmitió información a posibles consumidores gracias a nosotros y en todos ellos fuimos cómplices, sin saberlo, de la estrategia de promoción de las firmas.

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