Dueña de un estilo vintage últra femenino, casi una cita a lo más prestigioso y las más fuertes formas de las décadas pasadas. Femineidad voluntaria y caprichosa que se evidencia a través de sus designios divinos. Cada colección es algo así como una caja de Pandora. Alannah Hill ha impactado el mercado privado de la gran idiosincrasia de la publicidad de moda.
Sedas, blusas, camisas de encaje, lentejuelas, detalles: sus diseños sobresalen por sus toques de fantasía romántica-sexy, lado que se puede ver en las botas de cuero y gamuza, bolsos con adornos vintage, tocados de terciopelo y cristal, entre otros, que dan esta característica clásica-moderna a sus prendas.
Alannah Hill, nacida en Australia en 1963 es una diseñadora de modas altamente conocida en Australia y a lo largo del mundo por su marca y cadena de boutiques de extravagantes pero clásicos diseños. Abrió su primera boutique en 1997 y ahora cuenta con trece tiendas a lo largo de Australia.
“Aterricé en Melbourne desde Tasmania a los 17 años, con seis maletas y 50 dólares, 30 de los cuales gasté en un taxi a la ciudad. No conocía a una sola persona y nadie me conocía a mi. Era muy hiperactiva y nadie me pidió ni preguntó nada. Tenía miedo, era valiente, pero tenía miedo” reconoce Alannah sobre los inicios en su carrera de diseñadora que se vieron impulsados por un trabajo de medio tiempo que consiguió en una tienda de ropa cuando era joven.
En su última colección destacan los colores cálidos, contrastados con azules o negros, o los rojos que ella misma declara ser el color básico e inspiración de sus colecciones. Rosetones, texturas, estampados, cuellos, botones: ni un detalle queda fuera del diseño de Alannah, ofreciéndonos así prendas que casi rozan el límite de lo teatral.
Hoy en día tiene un imperio fructífero y productivo que le permite vivir, hacer lo que quiere y además compartir este look “girly-chic” y su amor por el color, las flores y las lentejuelas con las demás mujeres.
