Kenzo Takada coronó la mezcla entre lo oriental y occidental a través de la marca que lleva su nombre. Los años ’70 eran el escenario perfecto para la transgresión japonesa, que luego seguirían otros nombres como Rei Kawakubo e Issey Miyake. Para Kenzo, hoy la marca significa unir y entrelazar elementos distintos tal como la dupla entre Carol Lim y Humberto León lo reconoce: desde lo más pop, pasando por el estampado textil hasta lo más comercial y hit, es sinónimo de la marca. Por eso no es de admirarnos si la colección S/S 2017 es un acierto que une varios mundos, generando trajes perfectos en el camino.
Las famosas Polaroids que el artista Antonio Lopez mostraba durante la era disco, formaron parte directa de aquel toque pop que Kenzo dejó lucir esta vez en París. Poleras y faldas estampadas se unieron a un estilismo que se inclinó completamente por una subcultura que mucho tiene que agradecerle a la estética: el New Wave. Rubores marcados, delineados electrizantes y hasta sandalias de brillos metálicos eran algunos de estos elementos que se mezclaron con la ropa. Allí es donde los vestidos, esencialmente aquellos que parecen directamente sacados de una pasarela ochentera, se lucieron demostrando que el pasado puede seguir funcionando de alguna manera en la moda.
Por otra parte, grandes lentejuelas como aquellas que lucían los vestidos de Paco Rabanne también se unieron a la fiesta. En un show donde esculturas humanas eran el telón de fondo para evocar el clasicismo, Kenzo de alguna manera mezcló todo con un resultado entretenido pero además, fiel a su sorpresa pop, algo que de seguro Kenzo Takada agradece de alguna manera.
Fotos: Now Fashion, Runway.
