Más de 400 personas llegaron, este martes 13 de noviembre, a Espacio IF Blanco de Recoleta para ser parte de la tercera versión de VisteLaCalle Catwalk. Nueve jóvenes talento demostraron sus habilidades ante el público a través de los atuendos que confeccionaron en tan solo cinco semanas.
A las 21 horas la directora de VisteLaCalle, Majo Arévalo, comenzaba a darle la bienvenida a los invitados para luego comenzar con el desfile. Un video de treinta segundos apareció en la pantalla y las modelos de la estudiante de diseño de vestuario de INACAP, Karin Montano, comenzaron a caminar sobre la pasarela con un maquillaje que destacaba sus cejas.
“Edificación” es el nombre que le dio la joven a su colección. “Se basa en lo Arquitectónico para jugar con siluetas mayormente en A, en Trapecio y detalles, que tal vez no son tan evidentes a la vista, como el centro de cuello en la espalda que recurre bastante a las terminaciones acabadas en punta o forman ángulos rectos y triángulos”, cuenta Karin quien optó por abrir su desfile con un conjunto de pantalón a la cintura blanco que hacía un contraste perfecto con lo rosado de la parte superior del atuendo.
Siguiendo con las mismas tonalidades, la segunda modelo vistió un pantalón tipo palazzo junto con una blusa blanca con hombros descubiertos que se robó las miradas del público. “Lo femenino, no es símbolo de fragilidad”, es una de las frases que Montano quiere reflejar en cada una de sus prendas.
Negro, strapless y con terminaciones en rosado. Así fue el primer vestido de la noche de VisteLaCalle Catwalk Primavera/Verano 2017, un atuendo que se ve versátil, cómodo y para todo tipo de mujer. “Priman los algodones en las blusas, casimir en jumpers, gabardina de algodón en pantalones -todo textil nacional-, y el resto es raso opaco, trabajado con entretela para lograr rigidez, las todas las prendas internamente, están forradas o sesgadas”, dice Karin Montano cuando habla de la materialidad de sus diseños.
Luego, fue el turno de dejar el rosado de lado para empezar con colores como blanco y gris, el que se pudo ver en dos oportunidades con vestidos sobre blusa. Para después ver un conjunto que daba luces de lo que se venía: el vestido rojo. El atuendo sorprendió a todos, ya que además de romper con toda la línea de la colección en términos de color, tenía una confección geométrica que no dejaba indiferente a nadie.
Fotos: Claudio Escobillana.