Firmas como Marco de Vincenzo o DelPozo con Josep Font, son solo algunas de las marcas que componen el nuevo universo de diseñadores y talentos destacados de la moda. Una de las formas de revisar el trabajo de propuestas frescas, es conocer quiénes aparecen bajo grandes marcas como diseñadores encargados de llenar la tradición con su propia mirada. A la dupla exitosa de Valentino, Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli, se le suma Marco Zanini en Schiaparelli y también Julien Dossena en Paco Rabanne, quien ha deslumbrado a través de su propia firma, llamada Atto.
Elegante sin ser excesivamente minimalista, osado sin revelar mucho y juvenil mezclando la tradición, Dossena no es ajeno a estar entre los nuevos destacados del diseño. Este año, fue uno de los finalistas en el premio LVMH –el cual ganó Thomas Tait–, pero su entrenamiento proviene directamente de trabajar durante varias temporadas codo a codo con Nicolas Ghesquière en Balenciaga, quien además fue su pareja por largo tiempo. El desafío de Dossena luego de concluida su labor en la firma que hoy comanda Alexander Wang, fue reencontrarse con su propio estilo y así pudo hacerlo a través de una pesada labor que recibió con los brazos abiertos: hacerse cargo de Paco Rabanne el 2013, la famosa y legendaria firma que revolucionó la moda durante los ’60 y ’70.
El año 2012, Dossena también eligió lanzar su propia firma: Atto. Al concluir su trabajo junto a Ghesquière, el francés decidió que ya era hora de volar en solitario, y la crítica, revistas de moda y los mismo premios han sido benevolentes con su estilo, el cual puede competir perfectamente con grandes marcas de hoy. Pese a algunos problemas a principios de este año –que llevaron a Dossena a poner en pausa su proyecto–, Atto ha seguido llamando la atención de los expertos. Y con respecto a su labor en Rabanne, ya ha dado indicios de la dirección que espera tomar: “Queremos convertir la marca en una opción juvenil favorita”, dijo Dossena en una entrevista a Style.com a principios de año.
Fotos: W, Style.
