En la película “Velvet Goldmine” (1998) de Todd Haynes, el personaje de Brian Slade está creado en la forma y figura de David Bowie. Alguna vez su director dijo que pretendía realizar una película casi biográfica sobre el artista, pero que los derechos estaban ya adquiridos por el propio inglés. Así, Jonathan Rhys Meyers resultó mostrar una mezcla de características entre varios de los propios exponentes del glam, incluyendo uno olvidado en el tiempo: Jobriath, según muchos, la primera estrella de rock abiertamente homosexual.
Bruce Wayne Campbell era la respuesta norteamericana a Bowie, pero más que nada, uno de sus herederos en cuanto a estilo y atrevimiento. Maquillaje, labios rojos o plateados, pero especialmente un look andrógino y derechamente teatral sobre el escenario, mientras alcanzó a rozar la fama con como Jobriath. Así, llegó a usar trajes estilo robot, ajustados monos en rosa y capas transparentes, todo acompañado de un estilo capilar y un rostro con cejas sumamente moldeadas.
Poco si alcanzó a durar el sueño de Jobriath, la estrella que casi vivió como extraterrestre en un mundo donde recién aparecían vestigios sobre esa epidemia llamada SIDA. Entre 1969 y 1983, el cantante apareció en grupos musicales, como parte de la producción “Aquarius” de Broadway y firmó un contrato millonario con Elektra Records, pero todo se fue por la borda cuando comenzó a alternar su carrera musical con su trabajo como acompañante masculino. En 1983, Jobriath sucumbía ante el SIDA dejando su pequeña carrera como parte de un importante momento musical. Morrissey sería uno de sus fans posteriores, sus portadas de discos inspirarían el arte de la propia película “Velvet Goldmine” y el 2012, se estrenó un esperado documental sobre su vida titulado “Jobriath A.D.”.
Fotos: Zimbio, Rolling Stone, Mirror, Obviousmag.
