A medida que el tiempo avanza y nosotros recordamos con distancia lo acontecido en Japón, el mundo interno de esta nación se levanta, al igual que sus industrias y su gente.
Las consecuencias del tsunami fueron devastadoras, no existió un medio de comunicación que no difundiera imágenes de este desastroso momento, pero hoy este país desea que el mundo sepa que sus fábricas textiles, están abiertas al público. Hace un par de días en Nueva York, se realizó una muestra de 16 empresas textiles japonesas, las cuales demostraron que aún siguen produciendo una excelente seda y bellos tejidos.
Dentro de la muestra se encontraba, una de las empresas más afectadas por este desastre, Fukushima Senkou. La cual desde hace 50 años fabrica hilos con tintes naturales y amigables para el medio ambiente. Lo cierto es que lo más duro de reponer, no fue la infractuctura, sino la pérdida total de los campos, desde donde extraían tanto semillas como frutos para generar los tintes. Actualmente Fukushima Senkou, ha recurrido a otros campos para abastecerse y para esto, ha sido clave la comunicación y la colaboración con otras empresas afines.
Nosotros en Chile, también hemos sufrido los embates de la naturaleza y es difícil prever cuando sucederá un nuevo desastre. Lo cierto, es que lo sucedido en Japón es un ejemplo de crecimiento pero también de cómo debemos crear sustentabilidad y como proyectar la historia futura de nuestras empresas textiles. ¿Cuál es la clave? Sin duda el camino ya tiene ciertas marcas que nos aseguran, lo que sucederá si es que no nos proponemos nuevas estrategias.