La batalla contra el cáncer conlleva un sinfín de dificultades que solo quienes han debido pasar por ella pueden atestiguar. Ya sea por las consecuencias médicas o por las estéticas, hay cientos de personas en el mundo decididas a aportar un poco de alegría e intentar alivianar esa dura carga a quienes padecen de esta enfermedad. Henna Heals es una agrupación que reúne a más de 150 artistas especialistas en trabajo con Henna buscando justamente ese objetivo. La organización de origen canadiense lleva un par de años haciendo algo que, según sus clientes, ha logrado retornarles algo de felicidad, con coronas de henna que embellecen las cabezas de pacientes que, debido a tratamientos de quimioterapia, han perdido el cabello.
“Para los pacientes con cáncer, las coronas de henna son una experiencia sanadora. Se trata de ellos apropiándose de una parte de su cuerpo que por lo general podría ser percibido como un signo de enfermedad o daño, o simplemente una parte no agradable para mirar, pero que al transformarla se torna en algo femenino y hermoso”. Con estas palabras, Frances Darwin, fotógrafo y fundador de la organización, describe su objetivo principal. No se trata solo de verse bellas o de esconder algo, sino más bien de empoderarse de sí mismas y sentirse confiadas, hermosas y sin miedo a enfrentar al mundo.
La organización, que partió con un par de voluntarios en Toronto, ha crecido de manera rápida alrededor del mundo reuniendo ya alrededor de 150 participantes dispuestos a entregar su arte a quienes lo deseen. Quizás lo más interesante y emocionante es escuchar los testimonios de quienes reciben la terapia, quienes dicen que Henna Heals las hace sentir especiales.
En un mundo donde la imagen, la moda y la belleza cumplen un rol tan importante, es fácil quedar fuera y no tener cabida en los parámetros que la industria persigue. Por eso este proyecto las hace únicas, ya que a pesar de lo irónico que pueda sonar, no cualquiera puede obtener una de estas maravillosas coronas, convirtiéndose en el símbolo de una batalla que solo algunos pueden tener el orgullo de cargar.
Imágenes: HuffingtonPost / Dypia