Cuando vimos por primera vez el estilo que propone Alessandro Michele en MFW hace dos años, todos sentimos cómo la frescura de su maximalismo tomaba por asalto la industria. No hay marca que no haya imitado su estilo ni mujer y hombre que no quiera alguna de sus prendas o accesorios; sin embargo, algo pasa en esta última propuesta S/S 2018, algo que parece llevarnos por el camino del cansancio cuando se trata de esa misma imagen que armó el diseñador en su debut F/W 2015.
No se trata de una pasada donde lo que se ve es lo que uno obtiene. En cada look Gucci, hay un trabajo que esconde desde bordados hasta brillos, detalles que pueden cambiar las telas y que también se esconden hasta en sus calcetines. Tampoco se trata de convencionalismos que ya no tienen mucha cabida en esta era: Michele abogó desde el principio por un no gender que trajo de vuelta a los new romantics de principios de los ’80, esos que reivindicaron vuelos y gasas para sus propios atuendos. Pero sencillamente, su última colección da cuenta de una fatiga en la fórmula, de un estilo que ahora parece no tener ni pies ni cabeza, sino un estilismo ganador que por supuesto siempre será más entretenido que cualquier colección de famosa en colaboración con alguna marca.
Sin embargo, pueden ser los antecedentes que recopilamos durante los últimos meses. A Michele lo han acusado de robar ideas que pertenecen a jóvenes ilustradores y diseñadores así como a experimentados iconos del hip hop como Dapper Dan, a quien en un lavado de imagen impresionante incluyó en su última campaña para la línea Hecho a la Medida (así como todo el entorno que se robó de Harlem y Brooklyn). Esa apropiación, acusada por varios en las redes sociales y en reportajes que también incluimos en VisteLaCalle, pudo quebrar de alguna manera la imagen que tenemos de este genio que vimos en sus inicios. Pero también puede ser simplemente la mezcla que ya hemos visto repetida en todas sus pasarelas: un poco de lentejuelas o brillos, imitación de polyester, toques ochenteros y hip hop mezclado con kitsch. Si de algo debemos acusar a Michele, es definitivamente de robarse la estética que muchos buscábamos cuando compramos ropa usada en la feria, esa que se da solo cuando mezclamos chaquetas deportivas de los ’80 con vestidos de los ’70 y accesorios de antaño. Guccified es el término que el diseñador inventó para ello y aunque ciertamente no pierda sus elevadas ventas ni el amor que muchos bloggers/aspirantes a influencer le profesan en sus cuentas de Instagram, solo queda ver qué nos ofrecerá la marca en las próximas temporadas.
Fotos: Runway.