El año 2011, el legado del diseñador Jesús del Pozo quedaba en manos de un nombre talentoso del diseño español, Josep Font. Pese a que la crítica lo adoró cuando lanzó su marca homónima, de manera internacional Font no era un nombre fuerte o por lo menos, no hasta ese momento. En pleno NYFW, una semana de la moda cada vez más alicaída, hacía su debut la nueva era bajo el nombre Delpozo, con una colección romántica pero moderna, que parecía hacer soñar con una alternativa ante Dior, Chanel y las mismas casas de siempre. Y así nacía la leyenda de Josep Font que se acabó hoy, cuando el creativo anunció que dejaba la marca luego de seis años al mando.
A partir de esa primera pasarela, Delpozo se convirtió para muchos en un favorito, en una marca de culto que esperábamos con ansias que apareciera en el calendario sin importar en qué capital de la moda. Pronto las famosas se dieron cuenta de su potencial, actrices como Kiernan Shipka y Kiera Knightley vistieron de la marca de las alfombras rojas y de alguna manera, los vestidos y creaciones de Font pudieron ser llevados por rostros que estaban aburridos de lo típico o querían explorar algo más. Para mí, Delpozo se transformó en esa alternativa al plano mundo de la Alta Costura; miles de horas trabajadas a mano, talleres propios y telas exquisitas que interpretaban un vacío al llegar a las pasarelas. Sin embargo, Delpozo pudo incorporar esos mismos elementos que le ganaban por lejos al Dior de Raf Simons o al Elie Saab de siempre. Y así, todos nos preguntamos por qué no alcanzaba mayor notoriedad si lo tenía todo.
Con el tiempo, Delpozo era la firma que sabíamos entregaría un toque diferente y difícil de explicar si no se es utilizando las mismas palabras anteriores: una mezcla entre pasado y presente, entre frescura y tendencias, aunque creando sus propias tendencias: bordados con pequeños brillos con colores flúor mucho antes que volviera el estilo, o metalizados sutiles que complementaban tules transparentes. ¿Por qué Josep Font no se hace cargo de Dior?, pensaba siempre, lo mismo que pienso ahora que Maria Grazia Chiuri da cada temporada el mismo espectáculo con sus colecciones carentes de emoción alguna. Pero con la noticia de su partida, Font nos da esperanzas que algo grande se viene; aunque quiera descansar o alejarse un rato del ritmo avasallador de la moda actual, el talento y la inventiva de este español merece posicionarse en algo tan grande, y por qué no, como Chanel, sucediendo a Karl Lagerfeld y todo.
Fotos: Zimbio.
