Moda y arte siempre han estado estrechamente relacionados, donde la alta costura es una muestra clara de cómo ambos mundos emergen en diseños. Pero esta relación ha traspasado las pasarelas, donde los diseñadores han dado muestra de su gran interés por los artistas, tanto clásicos como emergentes, y con el tiempo han adquiridos colecciones y conocimientos. Algunos los catalogan como los nuevos mecenas, es decir, como protectores y encargados de promover el arte.
Hace tres décadas fue Cartier, con Alain Dominique Perrin a la cabeza, quien impulsó esta nueva idea de una fundación de arte. Con una mirada protectora, la fundación acogió a diferentes artistas, cuidando la distancia entre lo que era publicidad para la marca y la intención original de la galería, albergada dentro del edificio transparente con estructura de acero. Esta iniciativa inspiró a Miuccia Prada y Bernard Arnault (dueño del grupo Louis Vuitton) a seguir esta misma línea.
En la actualidad, Prada cuenta con una pequeña galería en Venecia y una construcción de gran envergadura en Milán, cuyos costos fueron totalmente cubiertos por la firma sin ningún tipo de apoyo del Estado. Por su parte, la Fundación Louis Vuitton se asentó en Francia, con un imponente museo de vidrio y metal, similar a un barco, que desde su arquitectura hasta lo que se encuentra dentro habla de arte contemporáneo.
Así las casas de moda se unen al mundo del arte, dándole un nuevo espacio a obras de artistas como Andy Warhol, Jeff Koons, Damien Hirst, Louis Bourgois, entre muchos otros, y además a artistas menos conocidos y que son nuevos en la escena. Y no es sólo arte, también se le entrega espacio a expresiones como la música, el cine, el teatro y la danza. El debate sobre si esta participación tan protagonista de las firmas de diseño en el mundo artístico es algo positivo o negativo está sobre la mesa, pero no deja de resultar interesante la relación que mantienen de manera constante ambos mundos.
Las pasarelas, el haute couture y el avant garde dejaron de ser la única manera de ver las palabras arte contemporáneo y moda juntas, al tiempo que las expresiones culturales se entrelazan y se crean así nuevos espacios ¿Te parece bien la participación de las grandes marcas en esto?
