Corría 1991 y el fotógrafo Peter Lindbergh definía con esta editorial, a una generación completa. Las llamadas supermodelos aparecían en blanco y negro en las páginas de Vogue, y sus rostros jamás fueron olvidados. Ahí estaban agrupadas Linda Evangelista, Naomi Campbell, Christy Turlington, Cindy Crawford, Tatjana Patitz, Helena Christensen, Claudia Schiffer, Karen Mulder y Stephanie Seymour. La ropa corría por cuenta de Chanel, y este recuerdo aun permanece inspirando a nuevas páginas de revistas.