Era el Zac Posen de la década, vistiendo a las mujeres más famosas del cine como Julia Roberts; tenía tanto carisma como el Marc Jacobs de hoy en día, y subía a sus pasarelas a supermodelos como Kate Moss, Tyra Banks o Elle McPherson sin problemas, mientras sus fiestas eran legendarias y su estilo colorido. Era Todd Oldham, el diseñador más taquillero en la industria de la moda de los ’90.
Sus imágenes llevando camisas satinadas en colores o creando vestidos de cuadros eran asiduas en las revistas de moda más conocidas, así como su popular segmento en el programa de MTV “House of Style” a mediados de los ’90. Allí, Todd demostraba que a pesar de la fama y la vida de lujos, aun se mantenía fiel a su estilo que apetecía de ropa de tiendas de segunda mano, o enseñaba a confeccionar accesorios con los materiales más comunes. Quizás una de las entrevistas más famosas que realizó fue donde llevó a Britney Spears de compras en 1999, y le aconsejó usar medias bajo las mallas de baile.
No solo mujeres como Chloé Sevigny o Lady Miss Kier eran fervientes admiradoras; para una editorial en la revista Mademoiselle, Dave Grohl de Nirvana llevó uno de sus sweaters en una divertida foto grupal junto al resto de la banda. Absolut y PETA también aparecían en el horizonte de la publicidad de Todd Oldham, y hasta Gus Van Sant fotografió su campaña de 1996. Luego de su fama en la moda, Oldham se expandió a la publicación de libros y también al diseño de interiores, y hoy aun se mantiene como referente de estilo.
