Peter Gabriel como Britannia, 1973
Cuando pensamos en la influencia del estilo andrógino musical, David Bowie lidera inevitablemente cualquier espacio popular. Sin embargo, existen también exponentes que bajo diferentes estilos musicales se atrevieron a ensalzar las presentaciones y los conceptos de sus discos bajo propuestas estéticas particulares y llamativas, que unieron glam, teatralidad y un discurso amparado en letras y rock progresivo. Bajo esta vereda, Peter Gabriel como vocalista de Génesis y Brian Eno como integrante de Roxy Music consiguieron ir más allá en una época llena de experimentación y vanguardia.
En los años ’80, Peter Gabriel se transformó en un popular cantante pop que recorrió el mundo en conciertos como Amnistía y propuso algunos de los videos musicales más recordados y originales de todos. Pero antes de establecerse definitivamente entre los favoritos de las radios, fue un joven que mostraba personajes y el desarrollo de los mismos a través de los conciertos de su banda Génesis. Los británicos tocaban con Gabriel reinventando el estilo del vocalista amparado por un miedo escénico que lo llevó a disfrazar su propia personalidad y construir imaginarios únicos: The Ageless Egyptian Prince, un personaje maquillado con delineador negro y cara blanca, Britannia (una especie de reminiscencia maquillada de un gladiador), The watcher in the skies y hasta un zorro vestido de traje femenino rojo con cabeza animal. Y todo antes de fines de los años ’70.
Para Brian Eno, consolidar su imagen a través de Roxy Music significó jugar con el estilo masculino/femenino y realzar su figura a través del maquillaje, los brillos y plumas y también verdaderas óperas rock que construyeron la adolescencia de muchos jóvenes que se atrevieron a experimentar con Bowie y el glam como banda sonora. Eno no duró mucho tiempo en la famosa banda inglesa pero continuó a través de la producción y apoyo para discos de otras bandas, en sintetizadores y otros instrumentos que le permitían experimentar con sonidos y ropa. Para él, aparecer con los labios plateados, una boina y un abrigo de plumas negras era casi tan normal como el homenaje que tiempo después veríamos por parte de Marc Jacobs en la pasarela F/W 2016, donde las plumas se recordaron de manera gótica y glamorosa tal como el artista las llevaría durante los años ’70.
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