El fenómeno “Cool Britannia” de los años ’90 nos dejó desde moda hasta música para disfrutar en la posteridad. Algunas bandas destacaron más que otras, pero sus líderes y enigmáticas historias llenaron páginas de revistas y libros que hasta hoy se disfrutan. Uno de ellos fue Brett Anderson, quien a través de su grupo Suede –también conocido como The London Suede-, se transformó en uno de los primeros referentes de esta invasión británica 3.0 y lo hizo acompañado de un minimalista pero impactante estilo.
Anderson y su banda lanzaron el primer disco en 1993, explotando a través de su música, puesta en escena y esencialmente gracias al estilo andrógino del propio vocalista, quien mantuvo en alto una mezcla entre lo glam estilo Bowie y también lo profundo y sentimental a lo Morrissey, tal como indicaría la revista Billboard en esos años. Llevando camisas negras abiertas, pantalones oscuros ajustados y cabellera larga y delicada, Anderson encantó a hombres y mujeres ávidos de un estilo nuevo pero diferente al que ya se venía viendo a través del pop, consiguiendo alcanzar la fama pese a la partida del guitarrista, Bernard Butler.
Su romance con Justine Frischmann de Elastica y el triángulo amoroso que formaron junto a Damon Albarn de Blur, lo llevaron a aparecer en aun más portadas de revistas, pósters acompañando publicaciones y presentaciones en vivo a través de premiaciones como los Brit Awards. Su look siempre se mantuvo cercano al de una rebeldía unisex, mostrando transparencias, crop tops y chaquetas de cuero ajustadas, todo bajo la misma voz que entonaba desde “Metal Mickey” hasta “She’s in fashion”. A los 48 años, Anderson aun se mantiene activo en el mundo musical y sus imágenes de los años ’90, conforman inamovibles episodios de inspiración justamente en una época donde lo andrógino y el no gender llenan estantes de ropa y estilos.
Fotos: Maurice de la Falaise, SrHuesos, Tumblr.