“Primero tienes que caminar y luego detenerte, caminar y correr”, le decía John Galliano en las instrucciones para su pasarela a una jovencísima Kate Moss, su musa desde el principio y la misma que formó parte del legendario desfile de 1994 del diseñador de origen español. Parte de esas instrucciones y del mismo show para la colección son mostradas en pleno apogeo en el documental “Catwalk” (1996), que recorría la ajetreada rutina de la supermodelo Christy Turlington, mostrando en el camino a legendarios de la moda como Azzedine Alaïa, Karl Lagerfeld, a su propio círculo de amigas supermodelos –con Naomi Campbell, Carla Bruni y Yasmin Le Bon entre otras-, incluyendo esta clásica pasarela del hoy alejado Galliano.
La vida de una princesa rusa inspiró esta colección, llamada “Princess Lucretia” en honor a ella. Pronto, la fama del joven diseñador que antes de este paso había quebrado en su intento por tomar las pasarelas parisinas, comenzó a tornarse como la nueva esperanza del diseño original, alabado en la misma oportunidad por André Leon Talley, Hillary Alexander y Manolo Blahnik, entre otros. “Esta es la esperanza que tenemos para las mujeres que pueden darse el lujo de comprar ropa de alta costura; apuesto a que muchas mueren por llevar los vestidos que vimos hoy”, señaló Talley en una entrevista para VH1 luego del desfile.
Aunque aun no podemos ver nuevas creaciones de Galliano, las que por mucho tiempo se convirtieron en lo más glamoroso y original de cualquier época, el registro de esta colección, cuya potencia une desde los grandes vestidos, la característica sutileza masculina del vestir femenino y la música clásica a cargo de Richard Wagner con “La cabalgata de las Walkirias”, nos muestra una etapa de oro en la vida de Galliano. Mientras esperamos con ansias su regreso, este flashback demuestra por qué se convirtió en todo un ícono del diseño más allá de las polémicas.