A casi un año del lanzamiento de “Folclor imaginario”, Gepe vuelve a sorprendernos, y ahora con “Prisionero”, una canción llena de influencias latinoamericanas y en la que su esencia musical está más presente que nunca. Este nuevo tema, además de inspirarse en un grupo de cumbia mexicano (los Llayras) y traer innovaciones en cuanto a la estética y lenguaje de su video, es muy especial ya que es el primer lanzamiento musical de Daniel con Sony Music, y a la vez, la primera piedra de un próximo disco (que tendría fecha para 2020).
Así con una innovadora propuesta musical que mezcla pop, folclor (especialmente andino) y rock, Gepe comienza una nueva etapa, en la que si bien mantendrá su sello característico, promete sorprendernos con nuevos temas, sonoridades, estéticas, y presentaciones.
Y si quieres saber cuáles fueron las influencias musicales de su último sencillo, cómo es la estética de su video, cómo ha sido el trabajar con Sony y dónde se presentará próximamente, no dejes de revisar la siguiente entrevista de VisteLaCalle a Gepe.
Después de siete discos y una carrera consolidada, llegas a Sony, una firma internacional ¿Cómo ha sido para ti este cambio?
Ha sido bastante orgánico hasta ahora. Yo tenía una forma de trabajar específica con el sello anterior, con este empezamos a crecer juntos, los dos aprendiendo y conociendo, y en ese conocerse sucede que después de siete discos y 14 años de música llega Sony a querer trabajar. Lo lindo es que en esta propuesta toman en consideración el trabajo previo. Ahora tengo una libertad similar o igual a la que tenía antes con las cosas que quiero hacer.
El mayor cambio es la posibilidad de llegar a gente como a Cachorro López, que es un productor difícil de encontrar si es que uno no tiene la cercanía. El llegar a México e internacionalizar mi carrera, también.
Y es cobijado por Sony Music que lanzas “Prisionero” y a propósito de esto ¿Quiénes son los Llayras y qué relevancia tienen en este tema?
Los Llayras los conocí por la canción My Blood de dos traperos chilenos Polimá Westcoast y Pablo Chill-E, que tiene algo de los Llayras y me llamó la atención. Este es un grupo mexicano, que hace música andina, cumbia, y son muy importante en su país. Traté de hacer algo muy parecido a ellos. Las letras son súper concretas, hablan de cosas generalmente románticas y bien claras. Y frente a este nicho, yo tomé el concepto de ser prisionero de algo.
Y para ti qué representa “Prisionero” ¿ Es una canción que nace de lo vivencial? ¿De una problemática del siglo actual? ¿Otro?
La mayoría de nosotros somos prisioneros de algo. Más que ser una vivencia personal es algo que le pasa a todo el mundo. Yo creo que todos han sido o prisioneros del chocolate, del trago, de la música, etc. Tiene que ver con eso.
Si tuvieses que definir cuáles serían las influencias que se agrupan en prisionero.
Más allá de los Llayras, es todo el imaginario latinoamericano, sobre todo en la letra. Vemos música andina en general.
Ahora respecto al video, que estuvo a cargo del director argentino Joaquín Cambre, leí por ahí que tú habías pedido o sugerido que el video fuese textual a la letra ¿Es así? ¿Qué te motivó a hacer algo que no haces frecuentemente en tus producciones?
Sí, fue así. La razón es que se pegaba más al ideario latinoamericano que estoy buscando transmitir. Esta era una opción, podría haber salido arriba de un helicóptero guitarreando y hubiese estado bien pero no sé por qué me dio la sensación e intuición de querer hacer algo redundante, de querer representar la letra de manera más directa. Y esto también tiene que ver con los Llayras. Pero es una forma más experimental para mí de hacer un video, porque siempre había interpretado las canciones, nunca había hecho algo como esto.
¿El vestuario, literal de un prisionero, también forma parte de esa idea textual?
Sí, o sea, qué más prisionero que el hombre amarrado con la pelotita de fierro. Y el look en general es cosa de verlo: redundancia absoluta.
Hay una parte del video que rompe con todo y que es una explosión de neón…
Eso fue parte de las cosas que podían ser o no, de las que podían incluirse en el video o no. Se grabó en la noche, dijeron pintemos su cara y cuerpo así y veamos qué pasa. A mí me gustaba porque rompe todo y en mi música eso se genera, siempre pasa que algo rompe el relato, que saca y al igual que el señor en tutú, son cosas necesarias que busco, quiero y necesito que pasen.
¿El vestuario escogido en esa escena forma parte de tu propuesta en la que tomas una inspiración folclórica y la llevas a un formato más pop?
Sí, salgo con un chamanto, un ponchito. Es algo natural a esta altura, la indumentaria indígena siempre me ha llamado la atención, no como un conocedor académico, pero sí para agarrar cosas de ahí e inspirarse.
De seguro ‘Prisionero’ forma parte o formará parte del disco ¿ Este seguirá el tópico o la influencia latinoamericana y centroamericana?
Yo creo que Prisionero es el primer paso para romper el hielo de lo que viene. Lo nuevo
tiene varios pasos más porque son canciones con un ideario más central, más cubano. Hay música que es más salsa, tipo Héctor Lavoe. Este primer impulso, o primer tema, llega a ligar lo que venía haciendo antes con lo que vendrá ahora.
Y Gepe, ¿dónde te podemos ver, escuchar, próximamente?
7 de septiembre en la Fonda Chile Lindo, el 4 de octubre en el Día de la Música en Copiapó y el 2 de Noviembre en La Open Blondie. Se pueden enterar de más fechas a través de mis redes sociales @gepegepegepe.
