En pleno barrio La Boca en Buenos Aires, nos topamos con Adriana Uema, la diseñadora y fabricante de zapatos artesanales que ofrece bajo su propia marca, Atilin (https://www.facebook.com/AtilinZapatosArtesanales). Hija de padre japonés y madre argentina, a Adriana le dicen desde pequeña Ati –“a mi papá le cuesta pronunciar mi nombre”, señala-, y bajo ese nick decidió fundar su propia marca, la que ha tenido gran éxito en base a la fórmula ganadora: precios convenientes, modelos exclusivos y calidad en fabricación. Un estilo entre los ’60, el glam de Bowie y la tradición del dandy se unen en la colección de sus zapatos, que se mueven entre mary janes, botines, plataformas y modelos Oxford. Atilin ofrece sus productos también para Chile, y por ello quisimos saber más acerca de las manos creativas tras los mismos.
-¿Cómo aprendiste a confeccionar zapatos, y cómo llegaste a este oficio?
Siempre busqué la independencia laboral; llegué al oficio con desesperación y casualidad. Siempre me gustó la moda y me capacité en diversas ramas de la industria como moldería industrial, producción de moda, me capacité en diferentes técnicas de tejido, bordado, diseño de accesorios, etc . Finalmente me anoté en un curso de confección de calzado y haciendo unos modelos para mí y mis amigas, así nació Atilin. No me lo planteé como una empresa, al principio fue un hobby pero al poco tiempo se convirtió en mi trabajo de tiempo completo.
-¿Cuáles han sido tus influencias más notorias cuando piensas en diseñar algún modelo?
Mis influencias son variadas, desde películas, música, libros, paisajes, hasta situaciones. Lo que más me entusiasma es ver cómo el material me va indicando qué forma quiere adoptar.
-¿De qué manera evitas caer en la fabricación de clones, algo tan común en cualquier marca hoy en día?
Cada zapato que realizo se confecciona de forma individual, estoy presente en cada uno de los pasos. Utilizo cabretilla, que es cuero de cabra de primera calidad, muy liviano y fino; con un retazo puedo sacar uno o dos pares máximo. Trato de comprar variedad, nunca repetir los mismos colores o motivos. Con respecto a los modelos, me gusta darle un toque que los diferencie; también personalizar el tema de la venta, hablar con la persona interesada en comprar mis zapatos, poder detectar lo que busca. No me fijo mucho en lo que se usa y lo que no; aunque me mantengo informada acerca las tendencias, no las sigo.
-¿Cuál es la mujer ideal a la que apunta Atilin?
No creo en las mujeres ideales, cada una es diferente y tiene diferentes gustos; no apunto a una mujer en especial. Mis zapatos los han comprado desde chicas muy jóvenes hasta señoras mayores, algunas buscaban modelos exclusivos, algunas comodidad, otras un calzado económico y de buena calidad y también muchas chicas querían un trabajo personalizado a pedido. Las clientas llegan con una idea y yo las desarrollo.
-¿Cuáles son las características que hacen especiales los zapatos de Atilin?
Las características que puedo resaltar y que me remarcan mis clientas, es la relación calidad, diseño y precio. Todos los zapatos que he confeccionado los fabriqué como si fueran para mi; usaría todos mis zapatos. Me gusta mucho lo que hago.
-¿Cuáles han sido los modelos más populares o vendidos de la marca?
Gustaron mucho las guillerminas (bailarinas) y las plataformas caladas. El tipo de cueros que utilizo llama mucho la atención, también la combinación de colores que sale de lo convencional. Me gusta jugar con colores y texturas.
-¿De qué manera enfrenta la empresa la crisis por la que está pasando Argentina hoy?
Desde que nací, hay crisis en nuestro país. En lo personal, pienso que la situación en general está mucho mejor que en años anteriores. Hay varios medios de comunicación tratando de desvirtuar nuestra percepción de lo que sucede afuera, pero es cuestión de salir a la calle y verlo por sí mismo; hay mucho consumo, la gente puede darse sus gustos. Como en cualquier lugar del mundo hay miseria y desigualdad, consecuencia de los malos políticos. Mis precios son acorde a sus costos de producción, y eso la gente lo valora. Veo que hay otras empresas que suelen abusar con sus precios y ni siquiera ofrecen un producto bien diseñado y de calidad. La gente está acostumbrada a comprar las cosas por el nombre de la marca, por un logotipo o por creer que ese producto les da status; eso es cruel, se están burlando de la gente.
-¿Cómo se organizan las marcas independientes y de productos artesanales en Argentina como Atilin, para alcanzar reconocimiento?
Me sirvió mucho el boca en boca, y las redes sociales. Todavía no he hecho ninguna campaña gráfica ni en otro medio, pero Internet es una buena plataforma para promocionarse. Hace poco tiempo que empecé con esto y ya tomó mucha notoriedad. No esperaba que fuese tan rápido, me encanta.
-¿Cuáles han sido los hitos de tu marca?
Los hitos de mi marca es que mis clientas quedan contentas. Eso me da mucha satisfacción y para mi es más que suficiente. Desde el punto de vista comercial, todos mis modelos se están vendiendo bien.
-Por último: una canción, un icono y una película que te inspiren
Una canción: “Bogote de Rati” de Kaya Dub Sistema, así es como conocí a mi marido y sin él no tendría la fuerza como para llevar a cabo esto.
Un ícono: Mis padres, que siempre estuvieron conmigo.
Una película: “Velvet Goldmine”, me influenció mucho estéticamente y la música es excelente.
Atilin tiene un contacto en Chile: Daniela de “Siete Vida Serigrafía” (http://www.facebook.com/sietevidaserigrafia). Quienes se interesen por sus zapatos, pueden encargarle a ella los pedidos. Daniela se encuentra en Alfredo Rioseco #243, Providencia, Santiago.