Son sus composiciones, manera de ver el mundo e inconfundible estilo personal lo que hacen de Charlie Engman uno de los fotógrafos más interesantes y cotizados de este tiempo, y es que su manera de abordar la moda, así como sus proyectos personales, sorprenden e impactan ofreciendo una astuta mezcla de sin sentido, belleza y realidad. Con estudios –y máximas distinciones- en koreano y japonés, este fotógrafo lejos de ser solo un ojo tras las cámaras, esconde todo un mundo que descubrir.
El color, las formas simples, pero sumamente complejas de sus composiciones son parte del sello que se puede ver en cada una de sus fotografías, así como un inigualable nivel de ingenio y creatividad. Planos superpuestos, combinación de texturas y complejas posturas, amplias paletas de colores hábilmente utilizadas y un relativo sin sentido que evoca una historia, son parte del sello de Engman, el cual a sus cortos 25 años ya son una marca registrada.
Lo que partió como una vía de escape creativa mientras estudiaba japonés y koreano terminó siendo el oficio que lo llevaría a ascender como la espuma. Nacido en Chicago, Estados Unidos, actualmente Engman vive y trabaja desde su estudio en Broklyn, Nueva York, fotografiando para importantes clientes que van desde AnOther Magazine, Dazed&Confused Magazine, Urban Outfiters, Elle China, Hèrmes, Hunter Magazine, y suma y sigue. Con varios trabajos en el mundo de la moda y otros interesantes proyectos personales, todo indica que seguiremos encontrándonos con la obra de este fotógrafo por un buen más.
