El año 2010, la cantante británica Lily Allen anunció su cuasi retiro de las pistas musicales. ¿La razón? Un reciente matrimonio y luego tiempo para dedicarse a cuidar a su hijas Ethel y Marnie Rose, nacidas el 2011 y 2013 respectivamente. Sin embargo, la edición de marzo de la revista Elle UK tiene a la ex modelo de Chanel en su portada, anunciando un esperado regreso que se concretó a fines del 2013 con una serie de canciones que la trajeron de vuelta a los rankings musicales.
Siempre directa, sin importar si se trata de sus letras o sus tuits –hace un tiempo se enfrascó en una pelea con Azealia Banks por Twitter–, Allen ha sido desde los inicios de su carrera en 2002, una de las voces favoritas de esta generación. El estilo que impuso ha crecido hasta llegar al de una elegante mujer que por supuesto, llamó la atención de diseñadores como Karl Lagerfeld, quien la puso en la publicidad de sus bolsos el 2009. Pero además, el 2011 se dedicó a abrir su propia tienda de ropa vintage llamada Lucy in Disguise junto a su hermana. Aunque para algunos el regreso de Allen tiene relación con el quiebre y posterior cierre de esta empresa, lo cierto es que su video “Hard out there” ya se posicionó gracias a la burla contra el prototipo femenino de estrella pop, el twerking y las más de 19 mil reproducciones que tiene en YouTube.
De paso, el regreso de Allen también se burla de la reciente fama de Blurred Lines y Robin Thicke. El video que muestra una leyenda que dice “Robin Thicke has a big d”, aludiendo al tamaño de su pene, tiene su contraparte en el video de la inglesa, quien puso su propia leyenda en “Hard out there”. “No más tímida, no más retirada”, dice el título de la revista Esquire en su portada de febrero de este año, la que tiene a Lily anunciando su regreso en una entrevista, y que pudimos confirmar en concreto esta semana con su más reciente video “Air Balloon“.
