No importa cuánto tiempo pase sin que sus prendas aparezcan en las páginas de Vogue, incluso que su legado no haya sido reconocido por el MET en la exhibición “Model as a Muse”. Porque Azzedine Alaïa, el eterno rebelde de la moda, volvió a su manera en plena semana de la Alta Costura de París F/W 2017, para deleitarnos con sorpresas y un trabajo preciso, lleno de detalles perfectos.
El show lo abrió y cerró su musa de siempre, la modelo Naomi Campbell. Campbell, la misma que boicoteó la gala MET del 2009 junto a Stephanie Seymour porque Alaïa nunca fue reconocido, se encargó de dar una verdadera clase magistral acerca de cómo causar una impresión en una pasarela, algo que sabe muy bien hacer desde que se subiera a una por primera vez a fines de los años ’80. La expectación era grande y Alaïa lo sabe; en primera fila, se asomaban Nicolas Ghesquière, Stefano Tonchi, Carla Bruni, Rossy de Palma, Farida Khelfa, Hamish Bowles y otros editores/personalidades, quienes por supuesto sabían que serían testigos de algo icónico. Y Azzedine no defraudó.
En un conjunto elegante, que partió con muchos colores a diferencia de su clásico negro en vestidos ajustados y tejidos, el tunecino comenzó su show, el cual mostró 68 looks que llegaron por supuesto, a los clásicos negros con toques metalizados, largos y con detalles. Karlie Kloss, la norteamericana que ya no aparece mucho sobre la pasarela, también se dio el gusto de caminar para Alaïa, con su nuevo look de pelo platinado. Quizás todo habría sido aun más de infarto si Grace Jones hubiese aparecido tal como lo hizo alguna vez en los ’80, pero eso ya era más fantasía. Porque lo de Alaïa demuestra que a pesar de no tener respaldos editoriales de influencia en la industria o no caer en el típico juego de sobarle el lomo a la propia Wintour, se puede llevar una carrera más que digna y estelar en este alicaído mundo de la moda.
Fotos: WWD.