El impacto que los medios de comunicación tienen en la sociedad no ha cambiado mucho, a excepción de la exposición añadida por las redes sociales, siguen estos siendo unos fuertes constructores de realidad. En su maraña de programas RuPaul’s Drag Race se ha convertido en una expresión única de una de las muchas realidades olvidadas y, lamentablemente, denigradas. Con un formato de competencia que une de manera exitosa elementos de “Project Runway,” “America’s Next Top Model” y “America’s Got Talent”, la Drag Race ha presentado ante el público la vida y arte de quienes se dedican al drag.
Mucho se ha hablado sobre el impacto que este fenómeno televisivo del Drag Race ha tenido sobre la industria de la moda. Es importante entender que aunque la moda es un mundo que se guía por sus propios líderes y estándares, también debe adecuarse a lo que el resto de la población quiere y disfruta. Hemos visto cómo los rostros frente a las casas de moda se han ampliado y aquí han descubierto un espacio donde la imagen y el vestir tienen una gran importancia. Esto llevó incluso a la presencia de los diseñadores Marc Jacobs y Jeremy Scott como jurados, y las modelos Gigi Hadid y Chanel Iman.
Esta experiencia entregada desde 2009 hasta la actualidad ha visto pasar a un gran número de participantes, donde muchos de ellos no han quedado como un mero pasante, sino que vieron en la Drag Race de Mr. Charles una puerta abierta al éxito en su artística profesión e incluso en la moda. El caso de participantes como Miss Fame, quien ha participado en la semana de la moda de Nueva York y Paris, además de ser rostro de L’Oreal, o Milk (Dan Donigan) quien se convirtió en uno de los principales rostros para el mismo Marc Jacobs. Otro grupo importante ha sido invitado constantemente a los Fashion Weeks, además de fiestas exclusivas de marcas como Miu Miu.
Pero ¿es sólo esta participación el impacto de Drag Race en la moda? Es importante destacar el cambio en la percepción que se tiene de un hombre que se dedica de manera profesional a vestir de mujer, lo que conlleva en su mayoría una vida de esfuerzo y de aprender técnicas tan difíciles como el maquillaje, el vestuario y las artes escénicas. El público y la fanaticada base creada en torno al show aprecian esto y también disfrutan mucho de lo que el mundo de la moda ofrece, por lo que de una manera indirecta exigen que estos se encuentren. Este es un ejemplo más de la buscada inclusión y de la diversidad, teniendo en cuenta que la industria de la moda es fuertemente seguida por la comunidad queer. En palabras del mismísimo RuPaul, “Amo la creatividad y la belleza. La moda es absolutamente sobre eso”, y quizás allí es por qué la industria ha encontrado fácil amar el drag.
Créditos: The New York Times