Ya hace un tiempo, la recesión economica nos anunciaba el fin en el negocio de una de mis diseñadoras jóvenes favoritas: Luella Bartley y su marca Luella. Esta vez, la crisis económica mundial nos trae una noticia aún más triste, debido a la importancia de la víctima: El pasado 3 de diciembre una de las casas de moda más famosas del mundo llegó a su fin. Christian Lacroix ha cerrado, ante la imposibilidad de pagar los 10 millones de euros de deudas que le produjeros sus pérdidas. Esta vez no quiero hacer un aburrido análisis de como, en el mundo de la moda es importante ceder y reinventarse constantemente, ni latearlos con datos económicos de ningun tipo. Más que nada, quiero hacer un homenaje gráfico a uno de los diseñadores más innovadores y con un estilo más propio de todos. Esperando, eso si, que en un momento la Casa Lacroix pueda volver al negocio, a deleitarnos con su exaltación de la mujer latina, exuberante, rodeada de lujo y profundamente femenina que siempre, desde el comienzo de las colecciones de alta costura a su nombre, en 1987, nos presentó.
El fin de un grande: Christian Lacroix
9 diciembre, 2009