Uno de los creadores nipones que más da que hablar en estos momentos es Masaya Kushino, con su osada y rupturista visión sobre los zapatos. Hace un tiempo te mostramos uno de los trabajos del talentoso diseñador que hace del calzado un medio para difundir todo su talento y explorar con novedosos materiales. Hoy Masaya llega con una nueva propuesta, un poco más comercial – pero sólo un poco.
Kushino se graduó como Diseñador de Modas en el Kyoto Institute of Art and Design para luego viajar a Milán y diplomarse en el prestigioso Instituto Marangoni. De vuelta a su país natal, el diseñador retomó su puesto como estilista en una firma de vestuario masculino para novios en la que dejó para irse a Italia, pero después de un tiempo se decidió por crear sus propias colecciones en base a cuero, generando interesantes propuestas de marroquinería, que hoy conocemos bajo el nombre homónimo de Masaya Kushino.
El 2007 fue el año decisivo para este artista, ya que con sus zapatos comenzó a ganar cada vez más premios y a llamar la atención de un selecto y excéntrico público. Kushino, en cada una de sus colecciones, lleva los conceptos al máximo, generando piezas tan únicas y vanguardistas que logran ese extraño efecto de amor y odio.
Un trabajo realizado completamente a mano, y con materiales especiales como el cuero de cocodrilo, de avestruz, de cabra, piel de zorro, cristales y piedras naturales otorgan una fuerza especial a cada pieza de su última colección bautizada “Queen”. Paralelamente, Masaya desarrolla sus zapatos con técnicas artesanales y tradicionales de Japón, pero que va adaptando según su propia percepción de los materiales y formas.
“Últimamente he creado muchas piezas conceptuales, difíciles de usar, por lo que en esta ocasión quise enfocarme en algo más estético y fresco. Diseñé solo cinco modelos, pero cada uno cuenta con un concepto bien diferente al otro, por lo que todavía queda mucho por ver. Para esta colección me imaginé un puñado de reinas de un mundo fantástico: la luz, la oscuridad, la tierra, las espinas y la guerra. La reina representa un objeto de deseo y es emblema de la belleza, después de todo”.
