En una colaboración con la marca de ropa deportiva Adidas, el rapero presentó su apuesta para la temporada Otoño/Invierno 2015 con un espectáculo que llamó la atención por su ropa inspirada en la indumentaria de ejércitos y protestas, así como un front row con lleno de celebridades. Con una de sus cuñadas modelando para el mismo desfile, la ocasión también sirvió como antesala a la venta de la zapatilla Yeezy 750 Boost y el debut de un próximo single.
Desde Anna Wintour, hasta Alexander Wang y los cantantes Rihanna, P. Diddy, Beyoncé y Jay Z, el clan Kardashian fue acompañado por una basta variedad de celebridades y figuras de la industria de la moda en la primera fila del debut de West sobre las pasarelas del New York Fashion Week. Con la pequeña North corriendo por los pasillos horas antes de que comenzara el desfile —y llorando durante la realización del mismo— toda la ansiedad generada por este esperado show culminó con lo que West sabe hacer mejor: un hype de expectativas que a veces cumple con lo esperado y otras simplemente queda en un buen manejo de marketing.
La colección Yeezy FW 2015 mostró una línea inspirada en ejércitos urbanos con una estética deportiva erosionada por el desgaste de las telas y la fuerza del cuerpo humano. Bodys de pantys como mallas protectoras para el cuerpo, chalecos deportivos como chalecos anti balas, estampados militares, buzos y sweaters tejidos con agujeros, fueron algunos de los elementos que aportaron a esta estética en tonos nude, verde militar, grises y marrones, que contó con la colaboración de artista visual, Vanessa Beecroft, para presentar una caminata que se aleja del clásico catwalk, para semejarse más con el de los pasos militares y las formaciones de ejército.
Los accesorios como mochilas y la bota-zapatilla Yeezy 750 Boost, también fueron elementos importantes para el show, junto con la muestra del single “Wolves” al finalizar la pasarela.
Kylie Jenner fue la única del clan Kardashian que no estuvo en el front row, sino desfilando en el mismo show
La colección, que tiene un giro en 180 grados si se compara con la línea presentada durante la semana de la moda de París en 2011, es una prueba más de las tantas facetas de West a la hora de armar un espectáculo, en donde la ropa, la música y la dirección de arte forman parte de un todo.
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