Después de vivir dos años en el sur de chile y regresar a Santiago, no pude dejar de notar que el agua capitalina en algunos sectores es francamente un asco. Es por esto que me he convertido en un frecuente consumidor de agua embotellada.
Esta botella de agua ha pasado a hacer un artículo de primera necesidad en mi vida, casi tan importante como mi celular, y ya no puedo salir de casa sin que este dentro de mi bolso y al igual que con mi celular ya no podía ser cualquier agua.
Hoy el agua embotellada es un producto que está vinculado con la moda. La prueba de esto es Evian, quien no conforme con auspiciar un sin número de eventos de importancia mundial y contar con su propio spa. Llamo a Christian Lacroix en el 2007 para que rediseñara su envase.
El resultado de esta propuesta fueron dos bellas botellas inspiradas en las líneas prêt-à-porter y alta costura del diseñador, las que fueron elegidas por la revista Vogue, como uno de los regalos preferidos en la navidad del 2007. El éxito de esta propuesta fue tal, que la marca no dudo en llamar al mismísimo Jean Paul Gaultier para que diseñara la secuela.
Pero el diseñador francés no solo se limito a crea la versión prêt-à-porter sino que aumento a seis el número de botellas para la línea de alta costura. Las cueles fueron subastadas el 22 de marzo del 2009 en París, en honor al Día Mundial del Agua con el fin de recaudar fondos para Evian Water Protection Institute, que se dedica a mantener tierras y a restaurarlas alrededor del mundo.
En conclusión, Evian es el agua de la moda. Pero no por eso la mejor. Si tienen la oportunidad de comparar no duden en probar el agua Perrier o San Pillegrino que si bien no cuentan con la fama de Evian son a mi gusto mucho mejor.
Para los que deseen adquirir la botella prêt-à-porter de Jean Paul Gaultier están a la venta por internet con un valor aproximado de 14 dólares. Y a los que prefieran la botella prêt-à-porter de Christian Lacroix, se puede encontrar en algunos supermercados que fue donde yo compre la mía.