Colaboración por Adriana Conde
Es difícil creer que algún día pudimos llevar un abrigo con este calor abrasador de los últimos días de verano, pero sepan que el frío llegará y hay que tener el armario preparado para ese momento. Así, nos adelantamos a la llegada otoño/invierno 2015 con una prenda que hemos visto en todos los fashion weeks de la temporada recién pasada y que de seguro también comenzaremos a ver en las calles chilenas: hablamos del abrigo-capa.
La capa ha estado asomándose tímidamente en muchas colecciones pret-a-porter durante años, pero esta temporada toma un rol protagonista y se populariza como el abrigo de moda en todo el mundo. La moda victoriana de finales del siglo XIX ya le confiere un sentido más estético a las capas, el cual se consolida en los años 50. Hoy en día ha sido gracias a celebridades como Olivia Palermo, Cara Delevingne, Dita Von Teese o Taylor Swift, y a diseñadores como Valentino, Burberry, Ferragamo o Cavalli, que el abrigo-capa ha vuelto para convertirse en la prenda “it”, combinable con cualquier tipo de look y apta para cualquier ocasión. Tal ha sido su éxito que firmas como Zara o Topshop, ya están comercializando versiones en las pasarelas a un precio más asequible.
Existen varios tipos de abrigo-capa, que suele ser muy parecido a un abrigo común (en cuanto a la forma y a los cierres en cremallera o botones), pero se diferencia por su forma, holgada y con caída, y porque en vez de mangas tiene dos aperturas a los lados por los que se sacan los brazos. Es una prenda muy cómoda y versátil, que se suele combinar con unos jeans o pantalones de pitillo para contrarrestar el ancho de este atuendo. Otra versión del abrigo-capa sería el poncho de lana o “cashmere”, también imprescindible esta temporada para paliar los efectos del frío con mucho estilo. No se quedan atrás el vestido-capa, que lucieron recientemente Dakota Fanning o Rihanna, o la chaqueta de cuero-capa para las más atrevidas, como Jennifer López.
Las capas se pueden lucir en colores lisos o estampados, con diferentes largos según la complexión del cuerpo, en tejidos de todo tipo y puestas de diversas maneras. No hay límites en cuanto al patrón o a la colocación de una capa más allá de las que ofrezca cada diseño. Además, ofrecen la ventaja de que su holgura nos permite llevar otras prendas gruesas debajo para el frío extremo.
En definitiva, cuando se pone de moda una prenda realmente cómoda y práctica, no hay que dejar pasar la oportunidad de lucirla de la forma que más nos convenga, y si además la podemos encontrar fácilmente en las tiendas y a un precio que nuestro bolsillo pueda asumir, ¡mucho mejor!
