A los 24 años se compró su primera máquina de coser, una Toyota multiuso. Así comenzó la trayectoria de Pablo Gálvez, el diseñador, maquillador, estilista y peluquero de 40 años que este viernes 2 de diciembre perdió su lucha contra el cáncer. El hijo de una asesora del hogar y un técnico obrero, que estudió en el Liceo José Victorino Lastraría, y que trabajó de garzón y de recepcionista de un hotel, padecía de leucemia. La misma enfermedad que no le permitió seguir dibujando vestidos, cosiendo o asesorando a grandes modelos de la escena nacional como Carolina de Moras. Sin lugar a dudas una gran perdida para el diseño chileno.
Cuando era pequeño jugaba a dibujar vestidos en su casa de Maipú y a los 15 años, viendo un documental de Paco Rabanne, decidió que si se dedicaba al estilismo sería un profesional integral. Por ello, Galvez no era solo un hombre que sabía confeccionar y cortar telas, muy por el contrario él siempre quiso ir más allá por lo que aprendió otras disciplinas como lo son la peluquería y el maquillaje. Así fue como llegó a ser el estilista de Sedal y dos años consecutivos el responsable de los looks de Carolina de Moras tanto en sus apariciones en televisión como para el Festival de la Canción de Viña del Mar.
Pero no solo eso es lo que destaca al diseñador chileno, ya que él luego de estudiar corte y confección en el taller de Laura Rivas, viajó a Tokio donde compartió con Yoshiki Hishinuma, donde adquirió grandes conocimientos los que le sirvieron para crear su marca Gálvez, diseños que presentó durante años en la desaparecida tienda Hall Central de Barrio Lastarria. Sin embargo, nunca hizo grandes colecciones porque según él no era un buen negocio tener una tienda con una línea de ropa colgada y hechas con crédito de consumo. Pablo Gálvez prefería funcionar con un taller en su casa con unos par de clientes. “Eso me permite sobrevivir, como hacemos todos”, dijo el artista en una entrevista a Paula.
“No me interesa trabajar seis meses para ir a la Semana de la Moda de Nueva York, hacer un saludo a la bandera y volverme con toda la ropa. Invertir millones solo tendría sentido si es que hubiese un apoyo real por parte del Estado y que puedas contactarte con compradores”, añadió en la misma entrevista el diseñador, frase que no solo nos cuenta de su particular forma de ser, sino que también nos habla de una persona que claramente conocía las limitaciones que hay en Chile para el diseño y no se dormía frente a ello, sino que prefería hacer algo distinto, tener un pensamiento más amplio que rompiera con la tradicional pero que a su vez fuera un aporte tanto para su desarrollo como para el diseño nacional.
Créditos fotos: VisteLaCalle, Paula, GalvezSuperstar.
Citas de entrevista: Revista Paula.