El contouring es una técnica de maquillaje que se encarga de dar forma al rostro y resaltar las facciones. Hace algunos años atrás no se conocía mucho respecto al tema, pero fue Kim Kardashian quien lo volvió común, una vez que develó los trucos de su maquillador para hacerla ver estilizada. Tipos de rostros hay muchos y el contouring varía según la forma que posee cada persona, es por eso que aquí les dejamos algunos consejos para poder definir sus rasgos de la manera adecuada, permitiéndoles ocultar las cosas que les molestan y destacar las que las hacen distintas.
Antes de utilizar una buena cantidad de maquillaje sobre el rostro, es necesario prepararlo. Para esto es aconsejable aplicar una crema que hidrate o una pre-base y luego una BB cream o CC cream, que además de iluminar nuestra cara, la dejará más lisa al momento de contornear. Los productos que se ocupan para esto son la mayoría de las veces en crema, similares a la base, pero en colores más oscuros. Si no tienen todos los implementos pueden intentar con una sombra y un buen pincel, sólo deben preocuparse de que sea por lo menos dos tonos más oscuros que su color de piel. Además, es necesario un iluminador de rostro, el que se mezclará con la base y le dará un aspecto mucho más natural al maquillaje.
Luego de analizar qué tipo de rostro es el que tenemos, es necesario saber de que forma se juega con las sombras y la luz. El color oscuro será el que ocultará los defectos, mientras que el iluminador destacará las zonas en que lo apliquen. Los lugares que se pueden perfilar con esta técnica son los pómulos, la nariz, la mandíbula, la frente y los ojos.
Pómulos: Si consideran que tienen poco pómulo, un buen contouring les va a cambiar esta facción por completo, dado que define el resto del rostro. Para resaltarlos pueden succionar con la boca hasta que se marque un hueco o también pueden utilizar una cuchara grande, tapar el pómulo con ella y debajo de esta aplicar el tono oscuro. Al momento de difuminar, debemos mover la brocha o la esponja de arriba hacia abajo de manera que la aplicación quede uniforme. Para terminar, deben poner iluminador sobre los pómulos para que el cambio sea notorio.
Nariz: Para poder definir la zona de la nariz es necesario aplicar los tonos oscuros en los lados y el iluminador en frente. Si tienen la punta de la nariz un poco caída, una muy buena técnica es agregar una pequeña línea oscura en el frente cerca de las fosas nasales, así le darán una apariencia ‘respingada’.
Mandíbula: Al igual que los pómulos, la mandíbula define la forma de nuestra cara y puede lograr un efecto capaz de alargar el cuello. El bronzer debe aplicarse justo en el hueso de la mandíbula y el iluminador, desde ese mismo punto hacia el cuello, para poder adelgazar la cara. Este último también debe ponerse en la barbilla para lograr una armonía de tonalidades.
Ojos: En este caso resulta mucho más simple que en las otras zonas. Para iluminar, necesitan aplicar los tonos claros en las ojeras y un poco en los párpados. Así estarán preparadas para poder maquillar con sombras sus párpados y potenciar todos los colores que decidan ocupar.
Frente: Existen dos tipos de frente, las que son más pequeñas o las que se caracterizan por ser más espaciosas. Si su frente es pequeña deben preocuparse de no excederse con los tonos más oscuros y aplicar iluminador tanto en la zona central como en los bordes. En cambio, si poseen una frente más grande, pueden perfilarla con el bronzer en las orillas cercanas al cabello y luego aplicar un toque de iluminador en el centro de ella.
Es importante recalcar que este tipo de maquillaje no es bueno para el día a día, dado que la cantidad que se utiliza puede tapar nuestros poros y, tarde o temprano, ayudar a la aparición de granos o espinillas. Si les gustó la idea, les dejamos un video en donde pueden ver cómo la correcta aplicación de cosméticos puede generar un efecto mágico.
