Uno de los mayores capitales de una marca es su identidad, el hecho de que esta pueda ser reconocida y diferenciada del resto de las etiquetas con quienes compite constituye un logro por sí mismo y le otorga importante valor agregado. A la salida del desfile de Sabrina Granucci, diseñadora brasileña radicada en Chile, la mayoría de los comentarios eran del tipo: “la colección era muy Sabrina”. En efecto, la colección vino a confirmar el sello estético de la diseñadora y la identidad de su marca, la que se compone de diseños de vocación simple (pero no por ello menos complejos), siluetas relajadas y un toque preciso de romanticismo. Todos esos elementos se reconocen en su pasarela Primavera Verano 2014 y confirman que la colección “era muy Sabrina”.
La diseñadora tomó como punto de inspiración el documental “Nostalgia de la Luz”, del director Patricio Guzmán, que de alguna manera conecta a los astrónomos del desierto de Chile, con los familiares de detenidos desaparecidos que buscan a sus familias en esas regiones. La inspiración sirvió a Sabrina para crear una colección de colores neutros, pero contrastantes entre sí, haciendo referencia a los contrastes del desierto. “No quería colores muy felices que representaran explosión de verano y color, pero sí colores suaves, pero sin ser tristes, por lo que me quedé con colores de la naturaleza, del cielo, del sol, del desierto” La paleta, compuesta por amarillos no saturados, azul marino, beige, verde claro, crudo y algunos toques de dorado que aparecieron esporádicamente, representó muy bien el ánimo de la colección.
En cuanto a las siluetas, estas fueron relajadas, en telas livianas, resultando diseños absolutamente usables y comerciales. La estética de la colección es una mezcla de reminiscencias retro, combinados con toques de un romanticismo rústico, pero elegante. La mezcla es inusitada, pero exitosa. Curiosamente, a pesar de que la simpleza está en el ADN de los diseños de Granucci, sus diseños resultan más exitosos en cuanto más esfuerzos hace por complejizar sus líneas limpias. En general, se trata de una colección correcta y coherente, una de las más depuradas de la diseñadora y que viene a reafirmar su identidad de marca.