Esta creadora estadounidense, nace un 24 de mayo del año 1905 en Frederick (Maryland). Sus estudios los realiza en Nueva York en Parson´s School of Design (1926-1928).
Se inicia en el mundo de la moda el año 1929, como asistente del diseñador Richard Turk, posterior a esto trabaja en la marca Townley Frocks. Aquí comienza, la búsqueda que esta diseñadora estampa en sus creaciones, las cuales, se caracterizan por la sencillez, practicidad y comodidad de sus prendas. Destacando el corte diagonal, ganchos de cierre metálico, mangas Dolman y cierres asimétricos.
Así, tras esta búsqueda de funcionalidad y simpleza, sus diseños se nutren de las raíces del sportwear, el cual es combinado con la elegancia inspirada en los diseños de Vionnet, adoptando su corte al bies y el vocabulario fluido de sus trazos se traducen a una comodidad que respeta el cuerpo. La mezcla de estas diversas definiciones en torno a la silueta, conlleva a la creación de un estilo que fue denominado American Look, por la búsqueda personal que hace esta diseñadora para el mundo norteamericano, desligándose de las propuestas imperantes de esta década, como lo era el New Look de Dior, que trazaba una figura femenina de reducida cintura, incorporando el corsé nuevamente al clóset femenino.
La figura de Claire en la moda norteamericana, propone una forma de vestir pero también una manera nueva de hacer industria, naciendo de su mano el ready to wear. Éste propone una industrialización de las prendas, creando patrones y haciendo uso de tejidos de bajo costo (algodón, denim y punto), estampados y detalles de confección (pespunte, bolsillos de parche, ribetes, abrochado fácil). Las telas fueron utilizadas de distintas maneras, tejidos de lana, se convierten en abrigos de noche, vestidos de noche se hacen a partir de lana suave, que sirven durante el día.
Este periodo está marcado por la guerra y muchos de los diseños creados, responden a la insuficiencia de materiales y a la escasez de dinero, tanto en Europa cómo en Estados Unidos. Además esta tendencia a masificar los productos y al abaratamiento de los costos, responde a las restricciones de la confección de éstos tiempos. Un ejemplo de esto, es la incorporación que hace de las zapatillas de ballet tejido en el uso cotidiano, respondiendo al racionamiento del cuero. De igual forma, la elegancia y sencillez de sus trazos, se perpetúa en la imagen de ésta diseñadora, quien además de lanzar sus creaciones, guía su uso y sus combinaciones, proponiendo conceptos que puedan ser abordados tanto de noche como de día.
Muchas de sus prendas contienen una calidad atemporal, los vestidos no eran reinventados dos veces, sino más bien seguían la misma línea versátil y cómoda. Así, las mujeres de la época, adoraban sus prendas ya que no parecían de una temporada pasada, siendo inmutables en el tiempo. Hoy podríamos llevar una prenda de Claire y sería insospechado que perteneciera a cincuenta años atrás.
Dentro de sus piezas destacadas, podemos mencionar el “Monastic dress” (1938) inspirado en la antigua Grecia, éste vestido es suelto, sin forma y recto adaptándose a cualquier figura. El “Popover” (1942), es un vestido práctico que podía ser llevado tanto en casa cómo en momentos informales. El bañador “Diaper” (1943), el cual envolvía y se encogía como un pañal antiguo, siendo un precursor del bañador actual.
Al pensar en la figura de Claire, se nos presenta un estilo americano que desentiende los dictámenes europeos y hurga en nuevas posibilidades para las siluetas femeninas. El acto de desoír los modelos europeos, brinda crecimiento en el mundo del diseño norteamericano y del mundo. Su figura se extingue el 22 de marzo de 1958 en Nueva York.