En el corazón de Seúl, en el espacio futurista Dongdaemun Design Plaza, Karl Lagerfeld presentó una colección crucero llena de energía, color y siluetas inspiradas en vestidos tradicionales orientales y otros más modernos. La capital de Corea del Sur fue el lugar escogido por el director creativo de la marca para llevar a celebridades como Kristen Stewart, Tilda Swinton, Gaspard Ulliel, Gisele Bündchen y Alma Jodorowsky —nieta del artista chileno Alejandro Jodorowsky— a sentarse en primera fila de la más reciente creación de Chanel, horas antes de que el mundo de la moda volteara sus miradas hacia el Museo Metropolitano de Arte (MET) y su gala en Nueva York.
Una explosión de color en conjuntos de dos piezas y vestidos con diferentes largos, es como podría describirse esta colección que exuda el trabajo de tejidos creados a partir de tweed, shantung —un tipo de seda—, lino, organza, tul y encajes. Composiciones geométricas abstractas y una que otra composición a partir de motivos florales, bordados a mano, fueron parte de los elementos gráficos que también conformaron la estética de esta nueva colección.
Una de las siluetas particulares que presentó la nueva línea, que no dejó de incluir a la clásica chaqueta de traje tweed, fueron los vestidos inspirados en la ornamentación tradicional hanbok, que se compone de una blusa con mangas amplias y una falda larga que parte debajo de la línea del busto. De la misma manera, Lagerfeld creó atuendos similares y otros más contemporáneos con mangas grandes y hombros redondeados, con un homenaje literal especialmente en el último look de la pasarela.
Los pantalones anchos y cortos, apretados en el dobladillo, al igual que las faldas lápiz o con corte recto justo debajo de la rodilla, también formaron parte de los elementos más comerciales, que toda colección Crucero —o de media estación— busca vender entre sus seguidores y más asiduas clientas justo entre las presentaciones de las colecciones Otoño/Invierno y Primavera/Verano.
Imágenes Chanel
