Karl Lagerfeld decidió llevar a todo su escuadrón a Singapur, el cuarto centro financiero más importante del mundo. Allí se llevó a cabo el desfile de la colección Crucero 2014 de Chanel: una vasta propuesta que con 80 looks parecía más una colección de temporada que una pre-colección. Pero todo esto tenía un sentido especial: celebrar los cien años desde la creación de la primera tienda de colecciones Resort de Coco Chanel.
Teñida por un aire casual, la colección que desfiló la semana pasada en Singapur tomó ciertas inspiraciones de la cultura de dicho país: las típicas cortinas tejidas en blanco y negro que decoran las casas de la isla fueron retomadas por Lagerfeld para diseñar los elementos gráficos de la colección. A través de la pasarela, comenzaron a salir piezas que aludían a los clásicos de la firma parisina, como la inconfundible chaqueta Chanel.
Con un maquillaje más punk, a base de un delineado en negro y azul, las modelos lucieron prendas que retomaban la clásica paleta de colores de Chanel, con colores como el blanco, el negro, el azul marino y el gris. Así se fueron sucediendo piezas marcadas por una silueta más cuadrada y más militar, que contrarrestada con la suntuosidad de oriente, donde aparecen plumas, encajes y telas brillantes. También, como era de esperar, tuvieron su lugar las pedrerías y perlas de fantasía, como bien impuso Coco Chanel en su momento, mezcladas con prendas de lujo.
