No sólo bolsas costosas tienen que ser atractivos y bonitos accesorios de moda. Carteras de género, como las tradicionalmente que se usaban para ir a la panadería, son una moda y también una tendencia ecológica. En ciudades como San Francisco, Estados Unidos, otras de Australia y el Reino Unido, por ejemplo, se han iniciado duras campañas en contra del uso y la producción de bolsas plásticas en los supermercados, a cambio: un incentivo por el uso de las bolsas de tela para ir de shopping. Para muchos es más que trendy, es una pequeña forma de cooperar con la reducción del plastic shopping.
Hasta Marc Jacobs se inspiró en las tendencias callejeras y más de una vez ha llevado a los exclusivos negocios su propia versión en tela. Unas bastantes simples, sólo con el nombre de la casa de modas, y otras más controversiales como la bolsa Give’em hell Al” (Dales el infierno Al). El slogan hacía referencia a Al Gore, ex candidato presidencial estadounidense, quien después de perder las elecciones del año 2000 se ha dedicado a trabajar con fuerza por las interrogantes climáticas.
Las grandes tiendas de ropa, como H&M, Topshop, Urban Outfitters, cada temporada venden nuevas y bonitas bolsas de género. También hay pequeños y creativos diseñadores, posibles de encontrar en la red, que sólo se dedican a repartir estilo y conciencia ecológica a través de sus bolsas shopping. Caroline Yates, una green baglady australiana, ofrece divertidas carteras con humor que rezan: “My other bags are Prada” por un par de dólares. Su envio es rapidísimo y a cualquier parte del mundo.
Algunas tiendas comerciales han comenzado a ofrecer a sus clientes, junto con la compra, bolsas de tela de la tienda, a cambio de las tradicionales bolsas plástica. Muchos supermercados y bibliotecas en Europa venden sus shopping bags de telas, las que no son menos cool de cargar. Una manera “verde” de hacer publicidad. Sólo en Chile una persona consume aproximadamente más de 200 bolsas anualmente, las que demoran años en degradarse.
Los diseños y estilos de las bolsas es infinita, un accesorio que cuelgan tanto mujeres como hombres. Carteras desde las de slogans políticos, ambientales, divertidos, impresiones personales, hasta las de telas más exclusivas y retros. Quizás con una tela reciclada de los años ’70 que pertenecía a nuestra madre. Las bolsas más cool, y también las más económicas, son esas donde el diseñador detrás de ellas es uno mismo. Carteras para lucir y reemplazar las plásticas en la compra diaria. A pesar de la lluvia en Estocolmo las “bolsitas del pan” no dejan las calles, acá va una mirada del fashion callejero.
PorElizabeth Oria desde Suecia, Estocolmo.