La magia del universo y la presencia de las luces, son los motivos que integran y se hacen parte de la marca Black Milk.
Black Milk, nace al igual que la gran mayoría de las ideas, de un hecho fortuito en el cual su creador James Lillis, supo convertir la dificultad en grandeza. Este diseñador, sin saber el porqué de sus actos, decidió mágicamente comprar una máquina de coser usada y con los pocos dólares que le quedaron, unos metros de tela. Sin saber coser, ni menos cortar un molde, decide hacer una camisa para él, su resultado fue obviamente nefasto.
Pero un día caminando por la ciudad y guardando en sí el interés por seguir cociendo, ve unas telas increíbles que decide comprar y convertir en polainas. Les pide a distintas amigas, que lo ayuden con el calce de su ropa y una de ellas decide comprarlas. Así, con esos pocos dólares y la certeza de que sus creaciones podían gustar, siguió adelante creando y vendiendo en todas las tiendas por las que pasaba. Muchas chicas se interesaron por su ropa y de blog en blog leía el interés que producían sus creaciones. Así, decide crear su página y vender por internet a todo el mundo.
Sin duda, sus prendas se caracterizan por la sencillez de sus formas, pero a su vez los diseños que se encuentran estampados son simplemente maravillosos y deseables, una belleza.