Generalmente, cuando una marca de vestuario tiene relación con algún famosillo, es porque a este último se le paga jugosas sumas de dinero para promocionar dicha firma. Aquí pasa todo lo contrario. Abercrombie & Fitch, cadena de modas de Estados Unidos, quiere volver a tomar control sobre la imagen que la marca proyecta, y para eso, tiene planeado pagarle a los protagonistas de Jersey Shore para que dejen de usar su ropa en el controvertido Reality del MTV. Si bien la firma vio crecer sus ventas considerablemente este año, no está de acuerdo de que sus diseños vistan a Mike Sorrentino, uno de los participantes del programa que reúne a ocho jóvenes ítalo-americanos en la misma casa, en la costa de New Jersey. La compañía califica de “lamentable” la asociación que sus clientes hacen con los chicos del Reality (comportamiento escandaloso y alcohol en exceso), por lo que ofrecen un pago sustancial a Sorrentino y al resto de los miembros del reparto para que se vistan con la competencia.
Cada año, El Rastrillo se convierte en un evento esperado por todos los peruanos. Como una forma de ayudar a financiar el mantenimiento y creación de hogares de niños, nace esta feria benéfica que dura cuatro días y que se llena de actividades y espectáculos. Así, con el único propósito de recaudar fondos durante los primeros días de Septiembre, se da inicio a este noble proyecto con el desfile del Rastrillo, que bajo la producción de Mónica Osma, contará con la participación de los más destacados diseñadores peruanos. Ana María Guiulfo, Noé Bernacelli, Jack Abugattas, José Clemente y Karen Mitre mostrarán sus últimas colecciones el 31 de Agosto, en un desfile en el que el valor de cada entrada irá a parar directamente a los seis Centros de Atención Residencial que acogen a bebés, niños y jóvenes abandonados.
El ministerio de Trabajo Brasileño está investigando profundamente las condiciones laborales de las empresas textiles de la región. Y es que luego de que encontraran en dos maquilas que trabajaban para un proveedor de Zara, a catorce trabajadores bolivianos y uno peruano en situación “análoga a la esclavitud”, la situación para la cadena del grupo Inditex se ha puesto muy delicada. Los dirigentes de la firma española han informado que se trata de una acción que atenta contra su Código de Conducta para Fabricantes y Talleres Externos, que el proveedor había asumido contractualmente, y hacia la que el grupo tiene “tolerancia cero”. Inditex cuenta con unos 50 proveedores estables en Brasil (contando con más de 7000 trabajadores) y de los cuales, según la auditora del Ministerio de Trabajo brasileño, Juliana Cassiano, al menos 33 talleres vinculados a Zara estarían en la misma situación de subcontratación fraudulenta.