8 ediciones, 7 propuestas: Lima Fashion Week Primavera Verano 2016

8 ediciones, 7 propuestas: Lima Fashion Week Primavera Verano 2016


Texto por Sebastián Lott/ Agradecimientos Alex Villena

Así como llegó, se fue. Del 27 al 29 de octubre Lima respiró moda por segunda vez en el año. Más de 10 diseñadores presentaron sus nuevas propuestas, colmaron las pasarelas de colecciones repletas de aires veraniegos y en algunos casos, conceptos nuevos y elegantes. En plena zona de Chorrillos, la ciudad conoció propuestas que incluyeron desde piezas clásicas hasta otras más experimentales y también, dos colecciones para novia. En definitiva, sorpresas y más sorpresas que aquí compartimos con los 7 desfiles más resaltantes de la octava edición del Lima Fashion Week. 

Viajes, colores y la inspiración oriental de Ana G

Flores, verano y muchos colores. Ana María Guiulfo abrió esta nueva edición del Lima Fashion Week en medio de una pasarela repleta de estampados y con una nueva paleta de formas y colores.

Su propuesta SS16 está inspirada en un viaje interior, una introspección en la personalidad de la diseñadora. Sin embargo, esta nueva travesía contó una nueva parada: el público masculino. Por primera vez y luego de tantos años sin hacerlo, Ana María regresó para brindar un toque de color y alegría a todos los hombres que quieren romper con la monotonía. Cabe recordar que ella empezó su carrera confeccionando uniformes para grandes empresas, dejando atrás a un público netamente formal, para brindarnos una explosión de pigmentos que recopila mientras viaja, pinta y baila. Toda una artista.

Espiritualidad a lo Valladolid

Todos nos preguntábamos por la nueva colección de Omar Valladolid. Un misterio inexplicable latía detrás de la nueva propuesta de uno de los jóvenes talentos de la escena del diseño de autor peruano. Y es que luego de 3 años consecutivos, el diseñador alborotó la pasarela con curas, guerreros sagrados y colores como el blanco, rojo, naranja y tonos tierra.

En esta ocasión ya no vimos al típico Omar que nos presentaba negro, negro y más negro, sino una propuesta conceptual, diversa y bajo una línea estética que aunque no sea, en algunos casos, muy usable para este verano, sí representa una obra de autor y goce para todos los espectadores.

¿Cuál es la inspiración? La semana santa. Por ello, entre rosarios, música sacra y botas, más de un asistente quedó cautivado con la visión religiosa del diseñador.

Mambo, color y sabor

Una escenografía divertida, música pegajosa y mucho color. Como siempre, Jessica Butrich nos transportó a otro mundo y convirtió la pasarela en una isla tropical. Al ritmo de “Princesa “ de Sacha Nairobi, ella presentó una colección dual: la primera parte en colaboración con los bikinis “Capittana” y la segunda demostrando la verdadera esencia de su marca de calzado. La alegría de Carmen Miranda fue su inspiración y en medio de texturas, brillos y accesorios (su especialidad) demostró que el sabor de la diva brasileña todavía sigue vigente.

El regreso de Andrea y los 80 de Apfel

A simple vista la colección podría estar inspirada en la selva o en algún referente tribal, pero no. El foco central es Iris Apfel, “la más vieja de las jóvenes” y un ícono de moda desde hace varias décadas. Andrea Llosa reinterpretó su peculiar estilo, siguió su trayectoria y brindó el mejor de los espectáculos de la segunda noche de desfiles.

La propuesta estaba cuidadosamente trabajada en prendas oversized, estampados “deco” y tonos tierra, blancos y negros. Para la diseñadora cada detalle marcaba la diferencia, por ello llegó 4 horas y junto a Metric Accesorios y Área Zapatos prepararon un show conceptual.

¿Por qué una señora y sillas en medio de la pasarela? Todo estaba calculado y mantenía una línea de coherencia. La modelo de 80 años representaba a Iris Apfel y las sillas eran la inspiración deco, cómoda que hacia juego con los estampados de los looks.

Lo pentagramas de Claudia Jiménez

Música, color y mucho volumen. Claudia Jiménez y su colección “Amadeus” nos recordaron que la vida es como la música: compuesta desde el sentimiento y el instinto. Allí no hay reglas, todo es pasajero y como enfatiza la diseñadora: “lo único trascendental es el amor”.

La inspiración detrás de esta propuesta es la unión de “Mozart” y la película “August Rush” (2007), en ambos casos niños prodigios con un gran talento musical. En este sentido, Claudia plasmó esas 2 historias en sus vestidos. En cada prenda había una mezcla de diferentes figuras geométricas pensadas en ellos no sólo como genios, sino como niños.

¿Básicos de la colección? Utilizó colores como el cian y magenta, los cuales mezcló con negro, beige y arena. En cuanto a texturas y/o estructuras hubo mucho volumen en algunas prendas evocando la época de Mozart. Sin embargo, también resaltó siluetas muy fluidas, dulces e inocentes como Rush.

Brides by Noe Bernacelli

Estábamos acostumbrados a que este diseñador nos presentara sus colecciones pret-a-porter con terminaciones muy acabadas, pero esta vez nos encontramos con novias que cambiaron todo el concepto de una boda ordinaria. La delicadeza en el trabajo con las telas y los encajes fue notoria, pero sin dejar de lado el espíritu divertido de un matrimonio con vestidos de mucho vuelo.

Desde enteritos, hasta vestidos con cortes de sirena y colas largas, cada look estuvo pensado en novias modernas, sensuales y muy femeninas. Si bien el diseñador dio un giro radical al ADN de la marca, consiguió un equilibrio en la coherencia de las prendas y el styling. No se olvidó de sus musas más tradicionales, así es que entre los trajes cortos de pantalón, crops blancos y vestidos de plumas con aplicaciones, sus clásicos vestidos de princesa cerraron el desfile.

¿Lo mejor? Las espaldas. Sus creaciones dieron la impresión de que los brillos que las adornaban parecían estar tatuados a la piel de las modelos. Ese detalle le brindó a cada vestido el toque de sensualidad que toda novia busca tener el día de su boda.

 

Broche de oro: Sitka Semsch

Lo mejor de la noche. Tras una temporada lejos de las pasarelas fue Sitka, quien nos impresionó con una colección inspirada en la mujer futurista. Todo nació a partir de las canastas costeras y una fusión de ideas, conceptos y estilos que nos llevan unos años adelante.

La nueva propuesta de Semsch experimenta un acercamiento con diversos tipos de tejidos, redescubriendo procesos de confección ancestral para generar nuevas texturas y volúmenes. Si bien su paleta de colores estuvo compuesta por clásicos como negros, arena, blanco y camello; el toque de color se complementó con los accesorios. Bolsos, clutches y plataformas en amarillo, fucsia, morado y turquesa combinaron a la perfección con cada uno de los looks de la diseñadora.

Un espectáculo al mejor estilo de Nueva York o París. Modelos perfectamente coordinadas, un juego de luces increíble y una performance que superó nuestras expectativas. Ya no vimos a una Sitka monótona, sino una artista renovada, fuerte y segura de sí misma que regresó para dejarnos boquiabiertos.

Imágenes El Comercio, Dennis De La Cruz, Project N 3 y Ugo Camera

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