No se trata de impulsar el odio, pero el escándalo de John Galliano ha llegado más allá de cualquier otro que hayamos visto en la moda. Kate Moss y su portada aspirando cocaína le costó que fuera desligada de varios contratos de moda, pero aun así, volvió al poco tiempo con apoyo de muchos personajes del circuito, incluyendo Alexander McQueen. Y lo de Galliano parecía dilatarse aun más, dejándolo tras bastidores como ayudante de Oscar de la Renta el 2013, o como consultor de belleza para una marca rusa hace poco tiempo. Sin embargo, el lunes 6 de octubre el mundo vio con emoción que se confirmaba su regreso, como Director Creativo de Martin Margiela, una marca que originalmente tiene mucho de rebeldía tal como el propio diseñador. He aquí cinco razones por las cuales la moda necesita a este excéntrico personaje:
1. Más allá de sus excesos como persona y su protagonismo, John Galliano ha contribuido a moldear una nueva era en la moda. Incluso con su primera colección como graduado en 1984, Les Incroyables (Los invencibles), Galliano supo dejar en claro que lo suyo no era un juego de sábanas blancas minimalistas. Por ello, esa misma colección fue comprada de inmediato por la tienda Brown’s de Londres y exhibida en sus vitrinas, presagiando lo que más tarde veríamos del diseñador a través de su propia marca, pero sobre todo, con Christian Dior.
2. Las pasarelas se han vuelto monótonas, y digan lo que digan la moda es acerca del show. Jean Paul Gaultier, el último bastión del entretenimiento en los desfiles, acaba de anunciar que solo se dedicará a la alta costura tras un divertido show que contó con la elección de una miss y un homenaje a las editoras de moda más importantes. Pero con este paso, deja al sistema de las marcas y el lujo en un plano horizonte que por supuesto solo está enfocado en lo económico, dejando de lado cualquier diversión. Para Galliano, el show y la ropa van de la mano.
3. La moda necesita un rebelde que más que plantear tendencias, ponga en el tapete temas distintos. Cuando McQueen y Galliano se mantenían codo a codo como los enfant terribles de la moda, las temáticas de sus desfiles y colecciones parecían sobrepasar cualquier cielo: las mujeres violadas de Escocia, Nefertiti y su escuadrón dorado, las geishas, la Princesa Lucrecia y Kate Moss corriendo con un traje de faldón ancho, etc. Con la muerte de McQueen, Galliano permaneció como la última esperanza a la hora de dar con temáticas culturales, exageradas y luminosas, y hoy esa misma esperanza es la que vuelve con su regreso.
4. La alta costura no debería tratarse sobre prendas excesivamente minimalistas, sino espectacularidad. Más allá de sus dichos o comportamiento, Galliano sabía que crear un traje de noche o vestir a alguna famosa significaba sacarle partido a todo un escenario donde no había cabida para algo básico; y cuando lo hacía, aun así el traje tenía detalles que nadie más podía igualar. Desde Nicole Kidman con el vestido amarillo ceñido en clave chinoiserie de 1997, pasando por Charlize Theron en dorado para J’Adore o las novias Gwen Stefani/Kate Moss, cada una con un estilo distinto. Galliano seduce con sus trajes, sean o no del agrado personal de quién los mira.
5. Su regreso pondrá en alerta al resto de los diseñadores y despertará de alguna forma, la planicie de la moda que vivimos hoy. No se trata de ver quién es mejor y quién no, pero al igual que en la industria de la tecnología, entretención o comida, la moda podrá de alguna manera volver a la sana competencia que permite que los trajes se tornen más originales o que por lo menos, los esfuerzos por parte de algunos diseñadores vayan más allá de tener it girls como modelos de campaña. O por lo menos, eso esperamos de un diseñador que nunca se conformó con lo mínimo y que a partir de enero tendrá nuevamente un espacio para mostrar sus propuestas, sean o no iguales que su estilo de siempre o distintas celebrando una nueva etapa en su vida y carrera.
Fotos: Vogue UK, Tumblr, Pinterest.