Colores llamativos, accesorios y otros detalles esconden una historia personal retratada por la fotógrafa Carla Vivani, la maquilladora Isidora José y la modelo Bianca, protagonista y autora del relato.“Mis dientes fueron siempre una gran inseguridad. Me coloqué frenillos a los 23 años porque fue cuando recién pude pagarlos. Me parecía una etapa adolescente que me había perdido. Es extraño ver personas adultas con frenillos visibles y por lo mismo sentí que era algo que empezaría a llamar la atención sobre mi imagen. Fue ese el punto de partida para empezar a experimentar. Sí iba a llamar la atención lo iba a hacer con todo y por primera vez también, empecé a teñirme el pelo. Después de dos años y a algunos días de que me los retiren, quise celebrar esta etapa que me enseñó ser más segura, a jugar con mi imagen y al no tener miedo de llamar la atención. Gracias a Isidora por saber interpretar con el maquillaje aquello que sentía y a Carla por retratar este cierre de mi vida”.