Desde pequeños nuestros padres y en su gran mayoría nuestras madres son las personas encargadas de escoger nuestro atuendo. Con respecto a la ropa interior, nuestro fiel compañero siempre fue el slip, un tipo de calzoncillo sin piernas que sostiene los genitales de una forma fija, haciendo de éste el mejor accesorio para realizar actividades físicas como correr, saltar, escalar, etc. Quizás es por eso que el slip es la pieza básica que llevamos hasta que, gracias a Dios, podemos escoger lo que queremos llevar.